Rusia lanza una nueva ola de ataques y golpea infraestructuras energéticas en Ucrania

Rusia ha llevado a cabo una nueva ola de ataques contra varias regiones ucranianas, incluida Kiev, causando una veintena de heridos y golpeando instalaciones energéticas por primera vez en seis meses, según han informado las autoridades del país.

El primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, ha dicho que una veintena de personas han resultado heridas y alrededor de cuarenta edificios han sufrido daños como consecuencia del impacto directo de los misiles o de los fragmentos caídos tras su interceptación.

Se han registrado cortes de electricidad en cinco regiones ucranianas del oeste, el centro y el este, lo que ha traído a la memoria los múltiples ataques aéreos contra infraestructuras críticas el pasado otoño, que causaron cortes generalizados a millones de ucranianos que se quedaron durante temporadas sin electricidad ni calefacción, especialmente con temperaturas bajo cero.

Ukrenergo, el operador de la red de distribución eléctrica de Ucrania, dice que se trata del primer ataque ruso contra la infraestructura de energía en seis meses, y registra daños a las instalaciones en las regiones occidental y central. "Se han producido apagones parciales en las regiones de Rivne, Yitomir, Kiev, Dnipropetrovsk y Járkov", en el servicio de mensajería Telegram. 398 localidades seguían sin electricidad por la mañana.

Ukrenergo sostiene, sin embargo, que es "demasiado pronto para sacar conclusiones sobre el inicio de una nueva campaña" de Rusia contra infraestructuras civiles.

La comisión independiente de expertos enviada por la ONU a Ucrania abrió la puerta el pasado marzo a la posibilidad de que las olas de ataques rusos sistemáticos contra las infraestructuras energéticas constituyeran crímenes contra la humanidad y recomendaron investigarlos a fondo.

La Fuerza Aérea de Ucrania ha informado de que el Ejército ruso disparó contra territorio ucraniano un total de 43 misiles de crucero, de los que 36 fueron interceptados por las defensas aéreas ucranianas antes de que alcanzaran su objetivo.

“Durante la noche del 21 de septiembre, cerca de las 3.40 (hora local, 00.40 GMT), los ocupantes atacaron Ucrania desde el aire con misiles de crucero Kh-101, Kh-555 y Kh-55”, se lee en el parte de la Fuerza Aérea ucraniana.

Los misiles fueron lanzados desde “10 aviones estratégicos T-95MC” mientras volaban al oeste de la ciudad rusa de Engels, a unos 500 kilómetros de la frontera ucraniana.

Los misiles fueron lanzados “en distintas olas” y “en diferentes direcciones”, cambiando su curso constantemente para confundir a las defensas aéreas ucranianas, que se activaron en las regiones de Kiev (norte), Cherkasi (centro), Jmelnitski, Vínitsia e Ivano-Frankivsk (oeste) y Járkov (noreste).

Además, alrededor de las 06.00 hora local, las fuerzas rusas lanzaron varios misiles guiados S-300 sobre Járkov.

Fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) han reivindicado en el periódico de Kiev Ukrainska Pravda un ataque perpetrado la pasada madrugada con drones y con misiles de crucero Neptun contra la base aérea rusa de Saki, en la península ucraniana de Crimea ocupada por Rusia.

Según estas fuentes, la “operación especial” fue obra del propio SBU en cooperación con la Armada ucraniana.

Doce aviones de combate rusos, entre ellos cazas Su-24 y Su-30, y un sistema de misiles antiaéreos Pantsir estaban estacionados en el aeródromo en el momento del ataque, que habría alcanzado sus objetivos y provocado graves daños a equipamiento militar ruso. La base también albergaba un centro de entrenamiento para el manejo de drones.

Los drones habrían sido utilizados para distraer y mantener ocupadas a las defensas aéreas rusas. A continuación se habrían disparado los misiles Neptun, según lo explicado por las fuentes del servicio de espionaje ucraniano a Ukrainska Pravda.

El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado del derribo de más de 20 drones ucranianos sobre Crimea y el Mar Negro.