Aumentan las críticas internas en agencias de la ONU por la posición

Un correo electrónico está circulando entre los trabajadores del Programa Mundial de Alimentos (WFP), la mayor agencia humanitaria del planeta, en el que se quejan y cuestionan el posicionamiento de la directora ejecutiva, Cindy McCain, frente a Israel, según ha adelantado el medio Pass Blue y ha podido confirmar elDiario.es.

Las quejas surgen tras la asistencia de McCain el pasado fin de semana a la entrega de un premio al “pueblo de Israel” por parte del Halifax International Security Forum, en Canadá. La organización del premio señala que “desde su fundación, Israel ha sido un faro de democracia en Oriente Medio”.

El galardón fue recogido por una organización de reservistas del Ejército israelí que “ha demostrado su compromiso con la democracia movilizándose para asistir en la lucha del país contra el terrorismo”, dijo el presidente del Halifax International Security Forum. 

El correo electrónico que ha circulado entre los empleados de WFP destaca que a buena parte del personal “le preocupa la cuestión de ética y neutralidad de tal representación”, informa Pass Blue.

La carta ofrece también una plantilla para que los trabajadores exijan explicaciones al departamento de ética sobre si la presencia de McCain en el evento fue “apropiada y en línea con su papel y responsabilidades, así como con las directrices de WFP y sus políticas”. “La asistencia y participación activa de la directora ejecutiva en el evento podría comprometer la neutralidad percibida al verlo como un posicionamiento con una parte en un conflicto”.

La directora de WFP es la viuda del senador republicano estadounidense John McCain y el galardón en cuestión lleva el nombre del político, conocido por sus posiciones cercanas a Israel. Cindy McCain ha entregado el premio en años anteriores antes de ser directora de WFP.

La ofensiva israelí sobre Gaza ha dejado ya 108 trabajadores de la ONU muertos en menos de dos meses, la mayor cifra en la historia de la organización. Prácticamente todos los fallecidos pertenecen al mayor organismo humanitario de Gaza, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que ha sido una de las que más se han hecho oír en la denuncia de la situación. 

“Tomamos muy pronto la decisión de expresar lo que está pasando a la gente en Gaza y a nuestro propio personal”, dice a elDiario.es Juliette Touma, directora de comunicaciones de UNRWA. “Somos la mayor agencia en Gaza y tenemos un gran valor añadido. Informar de los hechos es nuestro deber. A menudo no sabemos quién es el responsable y qué lo causó exactamente, solo apuntamos a los responsables cuando lo sabemos. Estamos siendo la voz de las comunidades palestinas golpeadas por la guerra”.

La directora de UNICEF, Catherine Russell, visitó la semana pasada la Franja de Gaza. Allí se reunió con el personal de la agencia de la ONU sobre el terreno, muchos de los cuales piden una posición más firme a su jefa. “Desde que supimos de su visita, el personal consideró si reunirse con usted. Muchos se niegan a reunirse por la posición débil de UNICEF respecto a lo que se puede llamar un ataque deliberado y sistemático contra los niños palestinos”, recoge un informe con los puntos planteados por los trabajadores al que ha tenido acceso el medio Devex.

“Esperamos de la directora de UNICEF poner presión pública e inmediata para frenar la masacre. Una posición más fuerte habría sido estar en Gaza y llamar a todos los directores de agencias para unirse en una visita que rompa el asedio”, señala el documento.

“Palestina y Gaza son testimonio de la hipocresía de este mundo y el doble rasero, dado que vimos posiciones mucho más fuertes y claras durante la guerra de Rusia y Ucrania desde UNICEF y desde el resto del mundo. Pero aparentemente nuestros menores no importan tanto al mundo”, recoge el documento.

Por otro lado, 3.800 empleados y exempleados de UNICEF han enviado una petición a la cúpula de la agencia en la que piden al organismo “condenar el castigo colectivo a los gazatíes y al pueblo palestino”. “No podemos ser espectadores de esta crisis catastrófica”. 

El portavoz de UNICEF, Christopher de Bono, no ha querido hacer declaraciones a Devex sobre los intercambios entre Russell y los trabajadores. “Tenemos un poder humanitario importante, presencia y un papel que nos exige trabajar con todas las partes, aquí y en cualquier otra parte del mundo, para dar a los menores la ayuda que tanto necesitan para sobrevivir. Como UNICEF, no tomamos parte”.

“Otras entidades en la ONU juegan papeles diferentes y muchas de las cosas que pide nuestro personal y el mundo, como juzgar las violaciones del derecho internacional humanitario, son cosas que se deben hacer, pero otras partes del sistema ONU seguirán el camino”, decía De Bono.

En declaraciones públicas tras su visita a la Franja, Russell dijo que se había reunido con los trabajadores de la agencia. “Compartieron conmigo sus desgarradoras historias sobre el impacto de la guerra en sus hijos, sobre los miembros de sus familias que han muerto y cómo se han visto desplazados muchas veces”, afirmó. “Muchas personas, incluido nuestro personal, viven ahora hacinadas en refugios con muy poca agua, alimentos o saneamiento decente”. 

El pasado 28 de octubre, el director de la oficina de Nueva York del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Craig Mokhiber, publicó una carta enviada al alto comisario en la que protestaba por el “fracaso” de la ONU. “Una vez más, estamos viendo un genocidio ante nuestros ojos y la organización a la que servimos parece impotente para pararlo”, señalaba Mokhiber en la carta. “Es un caso de genocidio de manual”.

Mokhiber ha trabajado en la ONU desde 1992 y vivió en Gaza durante la década de los 90. “Debemos apoyar el establecimiento de un único Estado democrático y secular en toda la Palestina histórica con igualdad de derechos para cristianos, musulmanes y judíos. Y, por tanto, desmantelar el proyecto profundamente racista y colonial y el final del apartheid”, señalaba el abogado especializado en derecho internacional humanitario.

Israel está atacando y presionando a las agencias de la ONU que han mostrado una mínima crítica a su ofensiva en Gaza. A finales de octubre las autoridades israelíes pidieron la dimisión del secretario general de la ONU, António Guterres, por decir que el atentado de Hamás no se produce "en el vacío", sino "tras 56 años de ocupación asfixiante". También amenazaron con rechazar el visado a los trabajadores de la ONU.

En este contexto, las agencias de la ONU temen que Israel rechace la entrada de sus trabajadores humanitarios y tienen que mantener un difícil equilibrio. UNRWA ha sido uno de los principales focos de la ira israelí, que la acusa incluso de "amiga de los terroristas".

"Somos una de las agencias humanitarias más viejas del mundo. Nuestra principal área es la educación y nuestro personal pasa un proceso de escrutinio muy rígido antes de ser contratados", dice Touma. "Las listas del personal de UNRWA en los territorios ocupados se comparte con Israel como potencia ocupante. Nuestras escuelas enseñan los valores de la ONU y los derechos humanos y nos tomamos esas acusaciones de manera muy seria", añade.

Pese a las quejas de sus trabajadores, las declaraciones de Russell en el Consejo de Seguridad tras su visita a Gaza también han desatado las críticas de Israel contra UNICEF. "A UNICEF no le importan los niños de Gaza y a ONU Mujeres no le importan las mujeres de Gaza; de lo contrario, no habríais estado calladas durante los 16 años que Hamás lleva gobernando Gaza", afirmó el embajador Gilad Erdan.

"Cada agencia de la ONU se levanta solamente en favor de los palestinos mientras que deshumaniza a Israel. Esta es la política de la ONU", insistió Erdan. Lo que había dicho Russell ante el Consejo de Seguridad es que "Gaza es el lugar más peligroso del mundo para ser niño", recordando que "los efectos de la violencia ejercida sobre los niños en Gaza han sido catastróficos, indiscriminados y desproporcionados" y la difícil situación humanitaria en el enclave palestino, y condenando los ataques contra las escuelas.

Hasta su nombramiento como directora de UNICEF, Russell, estadounidense, había trabajado con Joe Biden durante 30 años. Su último cargo fue en la Oficina Presidencial de Personal de la Casa Blanca y anteriormente fue embajadora para Asuntos Globales de Mujeres.

Varios ex directores generales y altos cargos de UNICEF, así como de otros organismos de la ONU y ONG, enviaron una carta el pasado 16 de noviembre instando al secretario general a meter a Israel, a Hamás y a la Yihad Palestina en la lista de perpetradores de graves violaciones contra los menores, conocido como la 'lista de la vergüenza'.

La ONU introdujo el pasado mes de junio a Rusia en la lista, pero fue criticada por no meter a Israel. 545 menores han muerto desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. En menos de dos meses de bombardeos israelíes han muerto alrededor de 6.000.

Martin Griffiths, secretario General adjunto de Asuntos Humanitarios, también ha sido especialmente duro. Griffiths señaló el martes que la crisis humanitaria en Gaza es la peor que ha visto en toda su carrera. "No lo digo a la ligera. Empecé con menos de 30 años con los Jemeres rojos [Camboya] y usted se acuerda de lo malo que fue aquello, los campos de exterminio y demás", dijo durante una entrevista en la CNN.