Han sido meses de intensa negociación por las resistencias, fundamentalmente, de Bélgica, pero por fin, diecinueve meses después de que Rusia invadiera Ucrania y de que la UE comenzara a imponer sanciones, ha incluido los diamantes entre las prohibiciones. A partir del 1 de enero de 2024, el comercio de esas piedras preciosas con Rusia estará prohibido. Es una de las medidas que forman parte del duodécimo paquete de sanciones que ha impuesto la UE a Moscú, que también restringe la importación de materias primas para la producción de acero, productos elaborados de aluminio y otros productos metálicos.

El principal escollo para sacar adelante las nuevas restricciones a Rusia ha sido lo que tiene que ver con los diamantes, que lleva meses trabajándose. Bélgica ha sido la mayor oposición dado que es una industria que factura unos 40.000 millones de euros en Amberes. Finalmente la UE ha seguido los pasos adoptados a escala internacional con un acuerdo del G7, que ha establecido, además, un mecanismo de verificación y certificación de la trazabilidad.

Las sanciones serán escalonadas. A partir del 1 de enero, quedará prohibida la de la importación de diamantes procedentes de Rusia, que tiene unos ingresos de unos 4.000 millones anuales gracias a esa piedra preciosa. A partir del 1 de marzo de 2024 entrará en vigor una prohibición de los diamantes rusos pulidos en un tercer país y, a partir del 1 de septiembre de 2024, la prohibición se ampliará de forma que abarque los diamantes, joyas y relojes que contengan diamantes producidos en laboratorios.

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