La ONU avisa de que “Oriente Medio está al borde del precipicio” a la espera de la reacción de Israel tras el ataque de Irán

La ONU se ha sumado al llamamiento de la comunidad internacional para pedir “máxima contención” después del ataque de Irán sobre Israel el pasado sábado noche como respuesta al ataque israelí contra la legación diplomática de Teherán en Damasco, donde murieron 13 personas. En la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad realizada este domingo, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha avisado de que “Oriente Medio está al borde del precipicio”, y ha añadido que ha “llegado el momento de la distensión y la desescalada”.

 

Guterres ha reafirmado así las declaraciones que ya hizo justo después del ataque iraní, cuando condenó "fuertemente" los hechos y pidió que las hostilidades cesaran "inmediatamente" ante el miedo de una escalada de la violencia en la región. La sesión de emergencia de este domingo se ha realizado a petición del embajador israelí ante la ONU, Gilad Erlad. Con ello, Israel busca que el Consejo de Seguridad condene el ataque de Irán, de forma clara y rápida, después de lamentar repetidamente que la ONU no ha condenado el ataque de Hamás del 7 de octubre con rapidez y unanimidad, así como atacar de forma continuada a Naciones Unidas y su agencia en Palestina, la UNRWA.

Después de que Irán haya dado por finalizada la ofensiva y haya prometido atacar con más fuerza si Israel responde, todos los ojos están puestos sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente norteamericano, Joe Biden. Israel ha prometido que “esto no ha acabado”, por lo que ahora las preguntas que hay sobre la mesa son: ¿Qué hará Tel Aviv? Y, ¿hasta dónde tendrá capacidad Washington para frenar a su socio?

El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Robert A. Wood, ha calificado las acciones de Irán de “deleznables” y ha asegurado ante el Consejo de Seguridad que las acciones de los ayatolás “no son meramente defensivas”. Irán había justificado su ataque este sábado invocando el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, que establece el derecho a la legítima defensa ante una agresión. Teherán entienden la ofensiva desplegada sobre Jerusalén como una respuesta al ataque de Israel contra la Embajada iraní en Damasco (Siria) y que mató a 13 personas, entre ellos siete miembros de la Guardia Revolucionaria –entre los que estaba el líder de su unidad de elite Fuerzas Quds para Siria y el Líbano–.

La intervención del embajador norteamericano ante la ONU se ha alineado con el discurso que mantiene la Casa Blanca desde que se produjo el ataque, pidiendo que se rebaje la tensión. Así, Wood ha vuelto a reiterar que los Estados Unidos desean una escalada de la violencia en la región y ha asegurado que sus medidas “han sido preventivas”. Durante el ataque iraní del sábado, las fuerzas norteamericanas salieron en defensa de Israel y participaron interceptando misiles y drones. Teherán ya ha avisado de que si vuelven a intervenir para ayudar a Israel, también tomarán acciones contra las bases estadounidenses que hay en la región. En respuesta a ello, Wood ha dicho lo siguiente: “Quiero dejarlo claro, si Irán toma medidas contra Estados Unidos o Israel, Irán tendrá que rendir cuentas”. 

A pesar de mantenerle el pulso a los ayatolás, Estados Unidos ha finalizado su intervención asegurando que la mejor manera de prevenir una escalada es que el Consejo de Seguridad condene el ataque realizado por Irán. También ha prometido que estudiaran medidas adicionales para que Irán rinda cuentas por sus acciones, no solo en el ataque de este sábado, sino también por “vulnerar las resoluciones internacionales facilitando los ataques hutíes contra barcos comerciales en el Mar Rojo”.