Palestina demandó este martes a Naciones Unidas que detenga los planes de Israel para anexionar territorios de la Cisjordania ocupada y que persiga y sancione a los líderes israelíes que incumplen la legislación internacional.

"La urgencia de detener los planes de anexión israelíes no puede subestimarse. Se requiere acción inmediata antes de que sea demasiado tarde", defendió el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansur, durante un debate en el Consejo de Seguridad.

Mansur insistió en que no pueden pasarse por alto las "amenazas o intentos" israelíes de ampliar su territorio y que Naciones Unidas debe garantizar que se respeten sus principios, que prohíben ese tipo de acción.

"Si Israel sigue desafiando a la comunidad internacional, no debe haber dudas de optar por perseguir a los responsables y por sanciones", dijo el diplomático.

En los últimos meses, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido repetidamente la anexión del Valle del Jordán, en la Cisjordania ocupada, si es reelegido.

Israel celebrará nuevos comicios el próximo marzo, después de que Netanyahu no lograse los apoyos necesarios para formar un nuevo Gobierno tras las últimas elecciones.

La propia ONU, a través de su responsable de Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, avisó este martes que la anexión de partes de Cisjordania sería "un golpe devastador para la posibilidad de revivir negociaciones" entre palestinos e israelíes y para mantener con vida la solución de dos Estados que promueve la organización.

Varios miembros del Consejo de Seguridad expresaron también su preocupación por las acciones y planes israelíes, como Francia, que denunció la "aceleración de la colonización" y la amenaza de anexionar territorios palestinos ocupados.

"La recurrencia de estas declaraciones en el contexto electoral actual hacen la situación aún más explosiva. Cualquier anexión de territorio constituiría una violación grave del derecho internacional", señaló el embajador francés, Nicolas de Rivière.

Estados Unidos, el gran aliado israelí en la ONU, aprovechó la discusión para denunciar una vez más la "parcialidad" de la comunidad internacional con Israel.

Así, como ya ha hecho en numerosas ocasiones desde la llegada al poder de Donald Trump, la delegación estadounidense optó por centrar su intervención en este debate sobre Oriente Medio -tradicionalmente enfocado en el conflicto palestino-israelí- en la amenaza de Irán.

Lo mismo hizo el embajador israelí, Danny Danon, quien se dirigió al pueblo iraní para animarle a hacer caer el régimen de Teherán.