Las protestas contra el racismo y abuso policial desencadenadas por la muerte de George Floyd –asfixiado por un agente en Minneapolis– han dejado todo tipo de imágenes: más abuso policial, detenciones arbitrarias, fuego amigo entre agentes, ataques a periodistas y policías solidarizándose con los manifestantes.
Dos policías de Buffalo, Nueva York, han sido suspendidos de empleo y sueldo por empujar y tirar al suelo a un hombre de 75 años que no presentaba ninguna amenaza. El hombre, que se golpea la cabeza y empieza a sangrar sin que los agentes acudan a socorrerle, está en estado grave. En un principio, la policía de la ciudad había afirmado que el señor se había tropezado y había caído.