Campeones se basaba igualmente en una historia real, la del equipo de baloncesto Aderes Burjassot. Formado íntegramente por personas con discapacidad ganó 12 campeonatos entre 1999 y 2014 e inspiró una conmovedora historia de superación de la que ahora Fesser nos presenta la secuela con ganas de arrasar igualmente en la cartelera veraniega. Campeonex nos muestra al mismo equipo pasándose al atletismo y a los esports, ahora sin ninguna historia real a la que plegarse. “Pero en realidad no dejamos de partir de otro equipo real, como son los Campeones. Gracias a la primera película ya existen”, defiende Fesser.
Su carrera parece dividirse entre comedias absurdas y películas que, sean cómicas o dramáticas, reflejan una preocupación social, ¿cómo alterna de un registro a otro?
Cuando empecé a hacer cortos me encantaba acudir a la imaginación y desarrollar el mundo que tenía en la cabeza. Luego me han ido interesando más las historias de los demás, las que me inspiran y motivan. Digamos que al principio me preocupaba que mis películas fueran graciosas y ahora me preocupan que sean emocionantes. Así he descubierto la combinación explosiva de las dos cosas: llorar de emoción y llorar de risa.
De esta mezcla surgen precisamente tanto Campeones como su secuela…
Campeones surge de la realidad, por surrealista que parezca o por muy película de dibujos animados que pueda parecerle a alguien. Como a mí, por ejemplo. Todo lo que aparece en la película está sacado de lo que he conocido del universo de la discapacidad intelectual: un universo muy original porque hablamos de personas que tienen otro sistema operativo y se aproximan a los problemas desde otro lugar. Más sencillo, más directo y efectivo.
Ha sacado el tema de los dibujos animados y me acuerdo de su película Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo. También de la gran influencia que ha tenido Francisco Ibáñez, recientemente fallecido, en su filmografía.
En Campeones sobre todo hay mucho de los dibujos animados de la Warner. Los cortos de los Looney Tunes están habitados por perdedores adorables: el Coyote, el pato Lucas… todos perdedores con los que me gustaría tomarme una caña. Con los que aprendería mucho y me divertiría, básicamente. Pero Ibáñez es esencial, claro. Yo aprendí a contar historias a través de Mortadelo y Filemón. Hay algo en el universo de Ibáñez, en cuanto a mecánica, en cuanto a movimiento constante, que siempre me atrajo sobremanera. Sus gags visuales, su uso del color… La influencia de Ibáñez en mí es evidente, pero no solo en las adaptaciones que he hecho, sino en el resto. Ibáñez también está en Camino y en las películas de Campeones.
Campeones se estrenó el mismo 2018 en que Cristina Morales publicó Lectura fácil, de la que salió una serie y una obra de teatro, y luego también tuvimos una película como La consagración de la primavera. Todas acercándose a la realidad de las personas con discapacidad y ubicándolas en la industria. ¿Se siente responsable de este fenómeno?
Creo que Campeones cambió la mirada de muchos espectadores. El cine es un reflejo de lo que pasa en la vida, y creo que la sociedad cada vez va teniendo más en cuenta a las personas con discapacidad. Cuando hablamos de la inclusión de personas con discapacidad en el cine no hablamos de cuotas, sino de incorporar otra mirada. Y cada vez más, de forma completamente naturalizada, se recurre a personas con discapacidad para interpretar la discapacidad porque cuando has visto personajes que, como en Campeones, tienen tanta verdad, no quieres ver otra cosa, y da pereza ver a un profesional intentando emularlo.
El típico actor interpretando a alguien con cierta discapacidad para ganar un Oscar…
A mí me alucina Forrest Gump y el trabajo de Tom Hanks. Pero hoy no paro de pensar en cómo habría sido Forrest Gump si Robert Zemeckis hubiera hecho un cásting para encontrar un actor con una circunstancia similar a la de su personaje. Habría sido una película completamente diferente.
Brianeitor es el gran fichaje de Campeonex. Un experto en videojuegos que padece atrofia muscular degenerativa y al que le van a dedicar un documental…
Sí, Álvaro Longoria, productor de la película, ya ha dirigido La vida de Brianeitor.
¿Cómo encajó en Campeonex?
Brianeitor llegó un mes antes de rodar, y no le pude dar ningún guion para su personaje porque Athenea Mata y yo no teníamos nada escrito. La película debía adaptarse a él y añadir todo lo que él traía, que era buenísimo y valioso. Trajo, de nuevo, verdad. Hablamos de alguien con un 87% de discapacidad física que es un crack de los videojuegos, ojo con retarle al Fall Guys. Y no es porque lo digamos los guionistas, insistiendo en que ‘nada es imposible, lograrás todo lo que te propongas’: Brianeitor ya lo ha logrado. A este chaval le avisaron con cuatro años que le quedaban dos de vida. Cuando cumplió seis le dijeron que le quedaba uno, y cuando pasó ese uno le quedaban seis meses. Ahora tiene 21 años y es un tipo feliz, maduro, lleno de sueños que ya está realizando. Es una gran lección que no están dando ni el guionista ni el director, la dan unos personajes en una película donde más bien son personas hablando de sí mismas. No son actores interpretando, son ellos mismos. Con Brianeitor mantenemos el nombre y sus circunstancias, como hemos hecho con Sergio, con Jesús, con Paquito. ¿Para qué cambiar el nombre de una persona que hace de sí misma?
Por otra parte Campeonex sustituye al entrenador de Javier Gutiérrez por el personaje de Elisa Hipólito, una decisión llamativa teniendo en cuenta que era el actor más famoso de la película original…
El gran protagonista de esta secuela es, propiamente, el equipo de Campeones. El entrenador de Javier Gutiérrez solo pasó por su vida, se transformó gracias a ellos y se fue. Ahora ha pasado el tiempo y es una nueva aventura donde el equipo se enfrenta a retos distintos, con gente distinta junto a él. En el caso de Cecilia, nos gustaba la idea de una entrenadora que fuera lo contrario a lo que habían conocido: de pronto llega la inexperiencia, pero de forma voluntaria en vez de venir obligado y saberlo todo, como pasaba con el entrenador de la primera. Cecilia no sabe nada pero quiere saber. Y encima es alguien que viene con el estigma de ser ‘gafe’. Lo que nos sirve para volver a hablar de las etiquetas, pues viene a entrenar a unos que traen la etiqueta de ‘discapacidad’. Las etiquetas siempre inciden en lo que no haces bien. 'Personas sin', 'personas con'. Son injustas y la película quiere derribarlas.
Campeonex se estrena el mismo año de Champions, el remake estadounidense que Bobby Farrelly ha dirigido en EEUU con Woody Harrelson. Antes ha habido un remake alemán. ¿Cómo valora todo este fenómeno internacional?
También hay uno árabe y se está hablando de uno chino. No soy muy amigo de los remakes porque tampoco entiendo lo de volver a una película que ya está hecha: la versión original ya suele tener lo que la historia requería para contarse. Pero en este caso sí le veo sentido a los remakes. Nosotros solo pusimos una condición para vender los derechos, y era que la película recurriera a personas con discapacidad intelectual para estos papeles. Desde el momento en que incorporas a personas de este perfil y formas el equipo, cada película va a ser única y diferente. No va a tener nada que ver la película americana con la alemana, ni la árabe con la china. Collantes (el personaje de Gloria Ramos) aquí es Collantes, pero allí es otra chica haciendo de una chica distinta. Cada persona trae su mundo y su mirada, incorpora cosas necesariamente nuevas. En ese sentido cada película tiene su originalidad y parte de cero.
Por otra parte Bobby Farrelly tiene un perfil muy similar al suyo, habiendo dirigido en el pasado comedias muy salvajes.
Dos tontos muy tontos es de mis películas favoritas, la habré visto 40 veces.
Con lo que volvemos a lo de antes, el planteamiento de Campeones no se distancia tanto de los inicios de su carrera.
Bobby Farrelly ha hecho la película desde el mismo lugar que yo, sin miedo a traspasar ninguna línea, porque desde el momento en que respetas y amas a estas personas es imposible traspasar ninguna línea. Y es evidente que Farrelly ha hecho la película igualmente desde una profunda admiración. Cuando estuve en el estreno de Nueva York vi cómo le abrazaban sus campeones y me sentí muy identificado. Me vi cuatro años antes abrazado por otros campeones en el estreno de nuestra película. Es imposible no crear ese vínculo.
Por último, ¿podría explicarnos a qué viene la X del título?
Queríamos dejar claro que esto no era Campeones 2. No es una secuela, es todo menos estirar una historia porque funcionó bien. Se trata de cambiar la ‘s’ de sumar por la ‘x’ de multiplicar, lo que fue mucho en la otra película ahora queremos que sea muchísimo. Creo que detrás de este título se intuye que hay algo nuevo.