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‘Fake news’ y espías en plena Reconquista: vuelve el arquero zurdo con 'Nuestro hombre en Córdoba'
Las dichosas noticias falsas corren como el agua del Guadalquivir en la nueva novela de Daniel Bilbao, séptima entrega protagonizada por el arquero zurdo Güiliam de Canford. Nuestro hombre en Córdoba (Editorial Mong), un guiño a la célebre novela de espías de Graham Greene, nos sitúa en un mundo de potencias enfrentadas e intrigas políticas, en el que la información es poder.

Daniel Bilbao cambia la Habana de Greene por la Córdoba del siglo XV, en la que se han movilizado los principales nobles cristianos preparándose para tomar Granada a las órdenes de los Reyes Católicos. Allí, el arquero zurdo Güiliam de Canford, mercenario con licencia para matar al servicio de su majestad Fernando de Aragón, intentará dar con el paradero de su compañera, la doctora María la Gatusa. 

Entre tanto, en el dédalo de callejuelas cordobesas, a la sombra de la noche y de los minaretes, se desarrollará una singular lucha por el poder. Agentes dobles, monjes, meretrices, militares cristianos y musulmanes –y hasta cadáveres redivivos regresados del mismo infierno– conectan a las altas esferas con los bajos fondos en una desopilante trama en la que Gülliam, tal que un James Bond avant la lettre, lucha por separar la verdad de la mentira, pese al cinismo de su jefe. “El populacho se traga todo si se cuenta con convicción y se repite a menudo”, dice Fernando de Aragón (quien hubiera sido todavía más peligroso de haber tenido a tiro de WhatsApp a un puñado de periodistas).

Bilbao, a fuerza de pura ficción, muestra la verdad de estas grandes gestas imperiales. Ni los católicos eran tan cristianos ni los musulmanes tan extranjeros: hubo conchabanza entre dirigentes de ambos bandos cuando el interés mutuo primaba. Y facciones siempre existieron más de dos: los musulmanes luchaban entre sí, y los cristianos codeaban unos con otros por un trozo del pastel. Mercenarios como el Cid cambiaban de bando según quién pagase (aunque este dato histórico no sea muy popular hoy en día).

También muestra Bilbao, en un elegante pacifismo que permea en todo el relato, lo absurda que es la guerra. En un pasaje, el cristiano Güiliam y el mahometano Karim contemplan juntos y desde la distancia un choque de civilizaciones en el campo de batalla: “Desde aquí todo parece un espectáculo irreal”, dice Karim. Pocas cosas más absurdas que matarse en nombre de Dios, pero así seguimos en pleno 2025. 

La lectura de la novela en paralelo con la actualidad es un ejercicio fascinante; y se agradece que Bilbao muestre a través del filtro del humor –y del amor a la humanidad– la hipocresía de la violencia, el muy actual ascenso de los intolerantes y la manipulación de la opinión pública. “La verdad es la primera víctima de la guerra”, dice en un punto Güiliam, robando descaradamente la frase atribuida a Esquilo, que tampoco se va a quejar.

Daniel Bilbao nació en esa misma ciudad, en 1960. Tras licenciarse en Filosofía, Política y Economía por la Universidad de Oxford –donde obtuvo el Premio Cyril Jones de Literatura Hispánica– sentó la cabeza en Madrid. De la saga de Las Crónicas de Güiliam de Canford, el sello Mong Editorial ha publicado –además de Nuestro hombre en Córdoba– otras seis entregas: El lobo de Valtravieso, El perro ladrador, El gato negro, El Caballo Regalado, Los bastardos legítimos y El brazo de Dios. 

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