El Bundesrat (cámara de representación regional) ratificó este viernes el plan de choque del Gobierno alemán contra el coronavirus, dando luz verde al mayor paquete de estímulo desde la II Guerra Mundial.
El plan del Ejecutivo, que incluye un presupuesto suplementario para este año de 156.000 millones de euros, fue aprobado por unanimidad por los representantes de los 16 estados federados. Las primeras ayudas podrían empezar a llegar a los afectados el 1 de abril.
Esta actualización de las cuentas públicas incluye 122.500 millones en ayudas (entre ellas hasta 50.000 para autónomos y pequeñas empresas) y la previsión de que la recaudación fiscal caiga en 33.500 millones de euros.
Hospitales y centros médicos recibirán 3.500 millones para aumentar su número de camas en unidades de cuidados intensivos, adquirir respiradores mecánicos y material de protección, así como para investigar en busca de una posible vacuna.
El Gobierno alemán ha puesto además ya a disposición de las grandes empresas el Fondo de Estabilización, dotado con 600.000 millones de euros.
Este instrumento cuenta con 100.000 millones para créditos blandos del banco de inversión público KfW, 100.000 millones para adquirir participaciones y para nacionalizaciones temporales y 400.000 millones en un marco de garantías para asegurar las deudas y pasivos de grandes empresas.
También aprobó el Bundesrat la protección temporal para los inquilinos que no puedan pagar el alquiler por el COVID-19 (aunque lo deberán abonar más tarde) y las ayudas a los desempleados y los padres que deban dejar de trabajar para cuidar de sus hijos (porque colegios y guarderías han cerrado).
El Gobierno central deberá endeudarse para financiar este presupuesto suplementario, lo que le obligará a abandonar el "déficit cero" que había cumplido en los últimos cinco ejercicios.