El Gobernador del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, se hizo eco este miércoles de la preocupación del Fondo Monetario Internacional (FMI) por la salud financiera global y coincidió en la gran incertidumbre por la pandemia de coronavirus.

"Es muy incierto cuándo empezará a remitir la pandemia, así que tenemos que seguir vigilando atentamente sus efectos económicos", dijo Kuroda durante una rueda de prensa celebrada después de que el FMI vaticinase en sus previsiones la peor recesión global desde la Gran Depresión de los años 30 e incluso peor que la crisis de 2008.

Según las estimaciones del FMI, la economía mundial caerá en 2020 un 3 %, lastrada por una contracción del PIB del 5,9 % en Estados Unidos, del 7,5 % en la zona euro y del 5,2 % en Japón.

El gobernador del banco central nipón dijo que los confinamientos y restricciones a la actividad económica adoptadas por cada vez más países están ejerciendo una presión cada vez mayor y señaló que la entidad no dudará en profundizar en sus medidas de flexibilización en función de cómo afecte la pandemia a la economía nacional.

Kuroda confía, no obstante, en las previsiones del FMI de que la pandemia de coronavirus remitirá gradualmente en la segunda mitad del año y que la economía encauzará el buen ritmo a finales de año.

El vice primer ministro japonés y ministro de Finanzas, Taro Aso, coincidió en la necesidad de vigilar la evolución de la situación.

Aso añadió que el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 es una contrarreloj y que su Gobierno debe ofrecer el apoyo necesario para crear una lo antes posible, según declaraciones recogidas por la cadena pública japonesa NHK.