Municipios turísticos como el coruñés de Cabanas sienten "frustración" por un desembarco inesperado de visitantes pese a la prohibición de viajar a otras provincias por el estado de alarma, por lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido a comprobar si en efecto se están produciendo desplazamientos irregulares.
En la costa gallega tienen la respuesta. Una palabra resume las sensaciones del alcalde de Cabanas (A Coruña), el socialista Carlos Ladra, y es "frustración", ante la llegada de foráneos.
"Alguno hay", responde a Efe al ser cuestionado por la presencia irregular de visitantes en el municipio, de más de 3.000 habitantes y uno de los grandes focos de turismo de las Rías Altas gallegas.
Sin embargo, el lamento no es nuevo porque esa "constancia de algún caso" ya se remonta a los primeros días del confinamiento. Aunque se intentó "poner freno" a esa práctica, ha sido inevitable que varias personas, mayoritariamente procedentes de Madrid, acabasen en su meta, el entorno de la playa de A Madalena.
El gran arenal está rodeado por un pinar amplio y un enjambre de segundas residencias y el regidor alerta de un "goteo constante" de ocupantes de esas viviendas. En ocasiones "las fuerzas del orden son capaces de sancionarlos", pero los que se escapan del control son los más, lamenta.
Ladra cuenta que en Cabanas "todos nos esforzamos, no nos hemos desplazado", pero hay "otra gente que toma la ley por su parte, da mucha rabia e impotencia".
El Ayuntamiento, con apenas un agente en su Policía Local, poco ha podido hacer por su cuenta, pero desliza su alcalde que otras administraciones podrían haber hecho más.
"Falló el engranaje del estado de alarma, los cuerpos de seguridad no han estado del todo finos; siempre hubo escapatoria para algunos", reprocha.
La línea litoral que va de Pontedeume a Mañón, la frontera con la provincia de Lugo, se enmarca en el área de influencia de la ciudad de Ferrol y sus restantes núcleos comparten enfado.
En Semana Santa, coincidente con los días más duros de la alerta sanitaria por covid-19, localidades como Cedeira, también habitual foco de atracción de visitantes del centro de España, advirtieron la presencia de foráneos.
El hecho no pasó desapercibido para políticos o tenderos, que asistieron a un repunte de las compras más notorio en ciertos productos o en determinados negocios.
Algunos vecinos detallan que el vehículo particular no ha sido el único método para desembocar en la comarca. De hecho, afean la ausencia de controles que determinen la urgencia del viaje en autobús o tren en los puntos de salida e insisten en largos desplazamientos desde la Meseta sin que medie cualquier solicitud de documentación.
A la aparición de turistas antes de tiempo se une otra de las problemáticas que asoman este verano, el control del aforo en las playas, que no resultará fácil de asumir por parte de pequeños ayuntamientos.
En Cabanas, su alcalde critica que la "pelota siempre queda en el tejado" de los municipios. "Es complicado de gestionar, no podemos vallarla", apostilla Carlos Ladra sobre el arenal de A Madalena, por lo que el consistorio empezó este jueves a reformular las plazas de aparcamiento para primar a los residentes y rebajar las disponibles para los que no sean vecinos.
Una medida de seguridad a añadir a la más importante, la responsabilidad individual y la obligación de cumplir con lo establecido.
Raúl Salgado