El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, afirmó este viernes que la "integración europea" es la "mejor respuesta" de los estados miembros para lograr la recuperación frente a la crisis provocada por la COVID-19.
Centeno participó hoy, junto con el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y otros ponentes, en una vídeo conferencia organizada por la revista The Economist, en la que departieron sobre el futuro en la eurozona tras la pandemia.
"Los últimos dos meses han sido una locura pero, como europeo, estoy bastante satisfecho de lo que hemos logrado de manera colectiva", dijo el jefe del Eurogrupo.
En este sentido, el portugués destacó que pese a las "tensiones" generadas entre los países miembros, estos han logrado mantener "en todo momento" la "unidad y la consistencia".
Centeno defendió, frente a las críticas, que tanto el Eurogrupo como la Comisión Europea fueron "rápidos a la hora de responder" a la crisis y de adoptar "medidas sin precedentes" para proteger a los miembros del bloque.
De cara al futuro, el ministro de Finanzas de Portugal consideró que "es necesario un paquete de recuperación sólido", como el anunciado la pasada semana por la Comisión Europea.
"La integración europea sigue siendo nuestra mejor respuesta a nuestros problemas", subrayó, para añadir que "la coordinación entre países es una parte integral de esa integración".
Según Centeno, la UE podría tener ante sí ahora una "oportunidad dorada" si utiliza "los fondos de manera estratégica" para fortalecer su cohesión.
El plan presentado por la CE para relanzar la economía del bloque tras la pandemia se basa en un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros, financiado con la emisión de deuda común, y del que España será una de las principales beneficiarias.
De esa cantidad, 500.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 como préstamos reembolsables.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, destacó la "enorme presión" que la pandemia ha puesto sobre los países comunitarios y lamentó que no haya una vacuna para "compensar la devastación económica".
Recordó que "la UE está haciendo todo lo posible por ayudar" y que junto con los estados miembros ya se han movilizado 3,4 trillones de euros "en una combinación de medidas para respaldar a los sistemas sanitarios, empresas y trabajadores".
Esa cifra representa casi un 25 % del PIB europeo "y supone una respuesta sin precedentes ante esta crisis", dijo.
Afirmó que el plan presentado por la CE ha sido diseñado con el objetivo de "construir una Europea más sostenible y resiliente para la próxima generación".
De esos 750.000 millones de euros, indicó que Italia, España, Polonia y Grecia serán los cuatro "grandes beneficiarios de ese plan de apoyo" y que Grecia podría recibir "potencialmente" 22.600 millones de euros en ayudas y 9.400 millones de euros en préstamos.
"(El plan) Ayudará a países como Grecia a modernizar su economía, aumentar su productividad y llevar a cabo reformas vitales (...) y reforzar su sistema financiero", apuntó.
Entre los esfuerzos de la UE para combatir la crisis, Dombrovskis destacó la "flexibilidad sin precedentes en el uso de fondos europeos".
Con respecto a esa medida, instó "a todos los países miembros a que hagan uso de la flexibilidad para mantener a las empresas a flote y a las personas en sus puestos de trabajo".
"Al tiempo que emergemos de esta crisis extraordinaria, nuestro plan de recuperación propuesto es la mejor oportunidad en Europa de éxito", afirmó, y concluyó que es necesario "alcanzar un acuerdo lo más rápido posible en términos económicos".