La compañía de espacios de trabajo compartidos WeWork anunció este viernes una reorganización de su dirección, quitando poder al fundador y consejero delegado, Adam Neumann, de cara a su próxima salida a bolsa, que llevará a cabo en el mercado Nasdaq.
El desembarco de WeWork en Wall Street está envuelto en la incertidumbre por las dudas de los inversores y ha obligado a la empresa a estudiar una gran reducción de la valoración inicial que buscará.
Esa valoración, que inicialmente se situaba en torno a 47.000 millones de dólares podría caer hasta los 20.000 millones o incluso por debajo, según varias informaciones de varios medios.
Este viernes, en un escrito a los reguladores bursátiles, la matriz de WeWork desveló cambios en la estructura del negocio, entre otras cosas con un recorte del poder de las acciones especiales de Neumann, que pasan de 20 a 10 votos por título.
Además, si el fundador muere o queda incapacitado, las acciones perderán esos privilegios y pasarán a tener únicamente un voto, y su familia no participaría en la elección de un sucesor, algo que sí estaba previsto anteriormente.
WeWork anunció también que nombrará un director independiente antes del final del año.
El movimiento busca tranquilizar a los inversores, que han expresado preocupación por la gestión de Neumann y por el modelo de negocio de la empresa.
Según documentos entregados a los reguladores bursátiles, la compañía tuvo pérdidas netas de 1.900 millones de dólares en 2018, algo que según WeWork se debe a que por el momento están centrados en crecer.
En la primera mitad del año fiscal 2019, la empresa ingresó 1.540 millones de dólares y registró pérdidas netas por valor de 900 millones.
La firma, que cotizará bajo el nombre "The We Company" o "We", cuenta con más de medio millón de abonados en 528 espacios que alquila en 124 ciudades de 37 países del mundo, entre ellas Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Río de Janeiro, Sao Paulo, Santiago de Chile, Bogotá, Medellín, Lima, Ciudad de México y San José.
A diferencia del negocio de alquiler tradicional, WeWork se centra en pequeñas empresas, las llamadas "startups", en trabajadores autónomos, e incluso en personas que necesitan disponer de un espacio esporádicamente para mantener reuniones o llevar a cabo talleres.
La compañía se encarga de todos los gastos asociados al mantenimiento del espacio, como luz, agua, servicio de internet, impresoras, e incluso bolígrafos, papel y otros materiales de oficina con el objetivo de que quienes alquilan a través de WeWork puedan centrarse exclusivamente en su trabajo.
La empresa también se publicita como un lugar de encuentro para profesionales que les permita ampliar su red de contactos; organiza actividades deportivas y lúdicas; y goza de gran popularidad entre la industria tecnológica, cuyas necesidades acostumbran a encajar bien con lo que ofrece WeWork.
Su salida a bolsa, prevista para este mes, es una de las más esperadas de este año.