General Motors (GM) y el sindicato United Auto Workers (UAW) reiniciaron este lunes las negociaciones para la firma de un contrato colectivo después de que 46.000 empleados del fabricante en Estados Unidos iniciaran una huelga a medianoche del domingo.
La huelga, la primera que sufre GM desde 2007, se inició después de que las negociaciones entre la empresa y el sindicato quedaran estancadas tras dos meses de conversaciones sobre reivindicaciones salariales y de prestaciones sociales de los trabajadores.
Desde la medianoche del domingo, piquetes de empleados se han situado en las entradas de las plantas de producción de GM en Michigan y otros estados del país en defensa de la huelga.
Uno de los principales problemas es la oferta inicial de GM de pagar un 15 % de los gastos sanitarios de sus trabajadores, lo que supone la mitad de la media nacional.
El vicepresidente de UAW Terry Dittes, señaló en un comunicado que los trabajadores de GM defendieron la empresa "cuando más nos necesitaban" y que ahora los empleados están unidos para defender "a nuestros afiliados, sus familias y las comunidades en las que trabajamos y vivimos".
Por su parte, GM señaló en un comunicado que ha ofrecido a UAW 7.000 millones de dólares en inversiones durante la duración del contrato colectivo lo que creará más de 5.400 empleos y mejorará salarios y prestaciones sanitarias.
"Hemos negociado en buena fe y con un sentido de urgencia. Nuestro objetivo sigue siendo construir un fuerte futuro para nuestros empleados y la empresa", dijo GM.
A pesar de la oferta de GM, los trabajadores de UAW consiguieron hoy el respaldo de destacados políticos demócratas.
Julián Castro, uno de los candidatos a la nominación presidencial demócrata destacó que Twitter que la consejera delegada del gigante automovilístico, Mary Barra, ganó 22 millones de dólares en 2018, "281 veces el salario medio de un trabajador de GM" y que la empresa puede permitirse mejorar las condiciones económicas de sus empleados.
Otro candidato demócrata, Bernie Sanders, expresó su apoyo en los trabajadores "que están enfrentándose a la avaricia de GM".
"Nuestro mensaje a GM es simplemente este: punto final a la avaricia, negocie con UAW y trabaje por un acuerdo que trata a los trabajadores con el respeto y la dignidad que se merecen".
Por su parte, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, defendió a UAW y su lucha por "buenos empleos y salarios justos".
"Espero que UAW y GM puedan negociar y ratificar pronto un contrato para que los trabajadores del sector del automóvil de Michigan puedan regresar a sus puestos de trabajo lo antes posible porque es muy importante para nuestra economía", añadió Whitmer.