La defensa del exconsejero de Bankia Javier López Madrid se ha referido hoy en el juicio por la salida a Bolsa de la entidad a la paradoja que supone que su defendido esté acusado de estafa a los inversores cuando invirtió y perdió, a través de su grupo familiar, 20 millones de euros, un "autoengaño" difícil de defender.
Una de las acusaciones particulares atribuye a López Madrid falsedad contable, y la asociación de consumidores Adicae le acusa de estafa a los inversores, en tanto que la Fiscalía Anticorrupción no ha formulado cargos contra él.
El Grupo Villar Mir, del que López Madrid fue consejero delegado, invirtió casi 20 millones de euros en Bankia a través de las compañías OHL, Ferroatlántica y Fertiberia, y perdió la totalidad de su inversión, ya que como inversor institucional no tuvo derecho a reclamar por las pérdidas, como sí pudieron hacer los pequeños accionistas.
Sobre este punto, el letrado ha recordado que el abogado del expresidente de Bankia Rodrigo Rato dijo que ningún inversor institucional se había personado en las acusaciones, "algo que no es del todo correcto, ya que sí hay uno pero figura como acusado".
No es posible sostener que alguien que invierte 20 millones de euros en una salida a Bolsa sabe o conoce o está al tanto de alguna irregularidad, a menos que se trate de un "autoengaño por esa cantidad".
En el momento de la salida a Bolsa, en julio de 2011, ha señalado el letrado, no había nadie en España que no empujara a Bankia a saltar al parqué, "todas las autoridades, el Banco de España, todos entendían que era la mejor salida para la crisis que se estaba viviendo, y fue auspiciada por todos aquellos que tenían voz y opinión".
Por lo que respecta al recio de salida, que implicaba un importante descuento, el abogado ha insistido, como antes lo hicieron otros letrados, en que "lo fija el mercado", en tanto que los consejeros, entre los cuales figuraba López Madrid "pero sin poderes ejecutivos de ninguna clase, lo único que hicieron fue fijar un rango de precios".