El Gobierno indio anunció este viernes una rebaja de impuestos a las compañías del gigante asiático del 30 % al 22 %, entre otros, por los que pasará a recaudar unos 18.500 millones de euros menos este año, una nueva medida destinada a reactivar la economía en desaceleración y que fue bien recibida en los mercados.
"Para promover el crecimiento y la inversión, se ha incluido una nueva provisión en la Ley del impuesto sobre la renta para que desde el año fiscal 2019-20 cualquier empresa nacional pueda pagar impuestos al 22 %", dijo la ministra de Finanzas india, Nirmala Sitharaman, durante una rueda de prensa.
Hasta ahora, las empresas debían pagar un 30 % de sus ingresos en impuestos, sin contar con los recargos. El tipo impositivo efectivo es a partir de ahora del 25.17 % incluyendo recargos, siempre y cuando las compañías no se acojan a ninguna exención.
Sitharaman anunció también que las compañías industriales indias que comiencen su actividad a partir del próximo octubre disfrutarán de un tipo impositivo reducido del 15 %.
El objetivo del Gobierno es "atraer nuevas inversiones en la industria" y "dar un impulso" al programa "Make in India" (Fabrica en la India), que facilita el ingreso en el país de empresas extranjeras que quieren producir en el país asiático.
El total de ingresos no recaudados por la reducción del impuesto corporativo y otras ayudas está estimado en 1,45 billones de rupias (unos 18.462 millones de euros).
El índice que agrupa las 30 empresas con mayor capitalización del mercado bursátil indio, el Sensex, aumentó casi un 6 % después del anuncio. El Nifty, que agrupa los valores de 50 compañías indias en 12 sectores, subió de forma similar hasta los 11.279 puntos.
La medida anunciada este viernes se une a las presentadas hace casi un mes, que incluyen la fusión de diez de sus bancos públicos en cuatro entidades para estimular el crédito.
El Gobierno indio también ha inyectado 700.000 millones de rupias (unos 8.785 millones de dólares) en los bancos del sector público, así como la retirada de las tasas adicionales a la inversión extranjera en cartera.
La India sufre una desaceleración tras varios años de crecimiento, y durante los primeros tres meses del presente año fiscal (entre abril y junio pasados) el producto interior bruto (PIB) creció un 5 %, continuando la tendencia a la baja de los últimos trimestres y su menor crecimiento en seis años.
Con esta desaceleración, la nación, con la segunda mayor población del mundo después de China, ha perdido su lugar como la economía de mayor crecimiento en el mundo.