Con pupusas salvadoreñas, tambores colombianos, ceviches peruanos y calipso caribeño, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) puso fin a los festejos de sus 60 cumpleaños en la capital estadounidense.
La fiesta final de las jornadas de conferencias y reuniones de líderes políticos y económicos tuvo lugar en La Cosecha, un mercado gastronómico en Washington que celebra la herencia latinoamericana en la capital estadounidense.
Los funcionarios del BID dedicaron la jornada a disfrutar los ritmos de bandas como la colombiana La Mojarra Eléctrica, la caribeña Kes The Band, así como los sonidos hondureños de la Aurelio Martínez y la Garífuna Soul Band, entre piscos y otras bebidas de la región.
Durante dos días de eventos en Washington, sede del organismo, buena parte de los ministros de Economía y Hacienda de la región; los presidentes de Colombia, Iván Duque, y de Honduras, Juan Orlando Hernández; y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, además de destacados líderes empresariales, conversaron sobre el futuro de Latinoamérica.
Pese los significativos avances registrados, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, advirtió en entrevista con Efe que el ritmo de crecimiento en Latinoamérica no es "suficiente" para cerrar las "brechas" sociales, y a ello se suman los nuevos retos, como el cambio climático y los flujos migratorios, fruto de las crisis de Venezuela y Nicaragua.
Seis décadas después de su fundación, el BID es la principal institución de desarrollo regional, con más de 14.000 millones de dólares en préstamos solo el año pasado que cubren todas las categorías del desarrollo desde las energías verdes, igualdad de género, infraestructura, educación y transición digital.
El organismo cuenta con representaciones en los 26 países miembros prestatarios de América Latina y el Caribe, a los que se suman 22 países donantes, entre ellos España, China, Japón y Estados Unidos.