Multinacionales como la dueña de NH, Meliá, Intercontinental o Hilton aumentan sus ingresos por habitación y aceleran sus aperturas, aunque alguna compañía vaticina un frenazo en la demanda
El turismo comienza a frenar su crecimiento ante el parón de la demanda española por los altos precios
Es uno de los comentarios del verano, de quienes ya han vuelto de vacaciones: “Estaba todo lleno de gente”. Pocos son los destinos con más tirón estival que no están viviendo una temporada alta marcada por la afluencia masiva y los efectos colaterales que conlleva, como la masificación, la subida de precios y la falta de vivienda para los residentes ante la constante presión de los pisos turísticos.
Pero ese 'boom' turístico también tiene un lado positivo, sobre todo, para las empresas hoteleras que están cosechando un ejercicio de ingresos y rentabilidades al alza, aprovechando esa afluencia masiva de turistas para engordar sus márgenes con subidas de precios.
Así lo están reconociendo en los informes de resultados financieros que han ido presentando en las últimas semanas, en los que, sin embargo, algunas empresas también vislumbran que la demanda empieza a dar signos de agotamiento. Unos nubarrones que, al menos en España y según reconoce el propio sector, se deben a unos precios que hace tiempo que dejaron de ser aptos para todos los bolsillos.
De momento, este 2024 está siendo un año dorado para los resultados de las hoteleras. Así lo dicen las que cotizan en España, como la dueña de NH o el grupo Meliá. Otras enseñas con raíces locales, como Barceló o Iberostar –esta última está controlada por la familia Fluxà, también dueños de los zapatos Camper– no cotizan, así que no dan datos de la marcha de su negocio en lo que va de año.
Minor, la compañía tailandesa que compró NH, disparó más de un 57% su beneficio hasta el mes de junio, justo cuando comienza la temporada alta. Sus ingresos despegaron más de un 11%, hasta los 1.145 millones de euros. Sin embargo, la cifra clave viene de una ratio que solo baraja el sector hotelero y que se dispara cuando le va bien: el RevPar. Este indicador mide lo que ingresan de media por habitación disponible. Es decir, no solo lo que facturan por las estancias que han logrado ocupar, sino que también tiene en cuenta las que se quedan vacías.
Los ingresos RevPar de Minor subieron un 8% en el primer semestre y logró por habitación, hasta junio, 96 euros por noche, de media, con una ocupación total cercana al 75%. Esto ha llevado a la hotelera a hablar de un 2024 récord, en un verano en el que, además, se ha beneficiado del tirón de los Juegos Olímpicos de París y de la Eurocopa en Alemania, según reconoce en su presentación al mercado.
En la primera mitad del año también se disparó el beneficio y los ingresos de Meliá. Facturó más de 960 millones y ganó más de 51 millones, un 11% más que hace un año, que ya fue histórico para el turismo. En cuanto al RevPar, en su caso subió un 13%, hasta los 80 euros, aunque en España se incrementó más de un 16%.
Por eso la cadena controlada por la familia Escarrer es más que optimista para lo que queda de año –cuando tendrá que reportar cómo le ha ido en julio y agosto–, porque no ve que sobrevuele ningún tipo de ralentización de la demanda, ni en los hoteles vacacionales ni en los urbanos y, además, asume que este año los viajes de negocios que no habían remontado el vuelo desde la pandemia, por fin, van a volver a los niveles de 2019.
La derivada en España de la evolución de estas hoteleras es que el empleo del sector turístico lleva meses batiendo récords en cuanto a cifras de contratación. En julio, el número de afiliados a la Seguridad Social vinculados a actividades turísticas en España se incrementó en más de 97.000 trabajadores y superó los 2,9 millones de personas. Según estos datos, que publica Turespaña, el empleo en el sector turístico está cerca de alcanzar el 14% del total de afiliados.
“La gente prefiere viajar”Fuera de España, sobre todo en Estados Unidos, los inversores han puesto bajo la lupa a las hoteleras porque, si hay temor a una desaceleración económica, se ve en el turismo, dado que las familias se aprietan el cinturón. Y ahí la matriz de la cadena InterContinental, denominada IHG, despeja dudas.
“Mientras el PIB siga creciendo, mientras la clase media siga creciendo, la gente preferirá viajar y seguirá queriendo hacerlo”, aseguró el consejero delegado de la compañía, Elie Maalouf, en una entrevista con Bloomberg. “Por eso somos muy optimistas sobre el crecimiento continuo de la demanda en el largo plazo”, añadió. Además, la dueña de enseñas como Holiday Inn y Crowne Plaza aún ve margen para seguir subiendo los precios.
En la primera mitad del año, los ingresos de IHG despuntaron un 4%, hasta 2.320 millones de dólares (algo más de 2.000 millones de euros) y el RevPar creció un 3%. Sin embargo, sí tropezó en China, donde esos ingresos por habitación disponible cayeron cerca de un 7% en el segundo trimestre, entre el 1 de marzo y el 30 de junio.
Su repunte en ese RevPar es muy similar al de otro grande de los hoteles a nivel global, Hilton, que lo aumentó un 3,5%. Tanto sus ventas como su beneficio despegaron cerca de un 11% en la primera mitad del año. Hilton crece, sobre todo, porque cada vez es más grande. Solo en el último trimestre ha abierto las puertas de 165 establecimientos, lo que le supone agregar a su cartera más de 22.000 habitaciones. Y tiene en proyecto más de 508.000 estancias, según desglosa en su informe al mercado.
También ha hablado de cómo le va Hyatt. Y le va bien, porque ha triplicado su beneficio en la primera mitad del año, cuando ganó 881 millones de dólares, el equivalente a unos 800 millones de euros, con un RevPar que avanzó un 4,7%. Su crecimiento también va a pasar por seguir abriendo hoteles, porque tiene proyectadas 130.000 habitaciones, lo que supone aumentar la capacidad en un 9%.
Nubarrones a la vistaEn Europa, el grupo francés Accor –matriz de Ibis, Novotel, Mercure o del tren Orient Express– ha explicado que le va bien en todos los mercados donde opera y en todas las categorías, sobre todo en la de lujo. En seis meses ha abierto 146 hoteles y, en total, ya supera las 830.000 habitaciones. Durante esa primera mitad del año facturó un 11% más (2.677 millones de euros) y repuntaron un 6% sus ingresos por habitación disponible. En cambio, es una de las empresas que sí cree que poco a poco el negocio va a ir frenando ese crecimiento. Seguirá, pero a menos ritmo.
Esa perspectiva menos optimista también la comparten otras compañías, como Marriott. El grupo estadounidense elevó sus ingresos un 6% durante el segundo trimestre, el que va de marzo a junio, e ingresó 6.440 millones de dólares, con un repunte del RevPar del 4%. Sin embargo, asume que las “perspectivas de la empresa incluyen un estrechamiento del crecimiento”, de esos ingresos por habitación disponible, “para todo el año 2024”. El motivo, asume, es “el entorno operativo más débil en China”, así como “expectativas ligeramente más suaves en Estados Unidos y Canadá”.
Ese mismo temor a un frenazo en la economía de Estados Unidos, por la política de tipos de interés de la Reserva Federal, es la que provocó un terremoto en las bolsas globales a principios de agosto. En ese escenario, también le va bien a los hoteles de alta gama, aunque de nuevo ponen asteriscos. Es el caso de Mandarin Oriental, que elevó su RevPar en un 6%, pero que bajó su rentabilidad en el semestre –de los 28 millones de dólares de hace un año, a 23 millones–, algo que atribuye a cuestiones fiscales.
“El panorama de la economía global sigue siendo incierto”, reconoce en su presentación a los inversores, “pero seguimos confiando en las perspectivas a largo plazo de los hoteles de lujo”. Por eso, Mandarin dice que quiere acelerar sus aperturas, aunque tiene proyectados menos hoteles que sus competidores. En total, una treintena. No da pistas de si alguno estará en España.