El banco central norteamericano alivia el 'precio' oficial del dinero por primera vez desde 2020 y adelanta más bajadas en lo que queda de año
El BCE recorta los tipos de interés por segunda vez y deja la referencia en el 3,5% tras el ajuste técnico
Después de dos bajadas de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos (EEUU) ha anunciado su primer recorte en este ciclo de austeridad monetaria.
Este recorte es el primero de la Fed desde 2020, cuando dejó los tipos de interés en el rango del 0% y el 0,25% para favorecer la recuperación de la pandemia. En marzo de 2022, comenzó a incrementarlos agresivamente para luchar contra la inflación. El BCE esperó más tiempo para seguir este mismo camino, hasta junio. Ahora, da marcha atrás por primera vez, y anticipa más descenso en lo que queda año.
En este tiempo, los bancos centrales han buscado dañar la economía para luchar contra las subidas de precios. Una estrategia que asumió el riesgo de provocar una recesión y de destruir de puestos de trabajo. Actualmente, la inflación en Estados Unidos está en el 2,5% interanual, un mínimo desde 2021, mientras surgen las señales de desaceleración del crecimiento de la actividad y del mercado laboral.
Para la historia queda la comparecencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, en la cámara alta del Congreso de Estados Unidos, a principios de 2023, cuando llegó a admitir que sus decisiones perseguían un aumento del desempleo. Lo hizo cuando la senadora demócrata Elizabeth Warren le espetó que la austeridad monetaria iba a dejar a dos millones de personas sin trabajo.
Tras el primer recorte de este miércoles, las condiciones de financiación (el coste de las hipotecas y del resto de préstamos) siguen siendo “restrictivas”, como las describen los bancos centrales. Una expresión que quiere decir que dañan la capacidad de compra de las familias y de invertir de las empresas. La manera de la política monetaria para luchar contra la inflación.
Eso sí, la decisión de la Fed allana el camino para más bajadas de tipos del BCE, donde el riesgo es que Alemania y Francia, cuyas economías están estancadas, caigan en recesión. Mientras, España es una excepción positiva. El BCE está condicionado por la Reserva Federal porque si se abre una gran brecha entre los tipos de la eurozona y de Estados Unidos se podría producir una depreciación del euro respecto al dólar inflacionista, porque automáticamente las importaciones de petróleo y de otras materias primas o productos que se comercian en dólares se encarecerían por el efecto del tipo de cambio.