Una de las 'manos fuertes' de los mercados financieros proyecta un cuarto recorte del 'precio' oficial del dinero en la eurozona de 0,25 puntos el 12 de diciembre, al 3%, y cinco bajadas más durante el próximo año hasta dejarlos por debajo del 2% en julio
El BCE descarta un compromiso para bajar los tipos de interés en diciembre
Goldman Sachs señala lo que el Banco Central Europeo (BCE) no quiere y no puede admitir.
La actividad económica en la región necesita oxígeno, sobre todo ante el estancamiento de Alemania. Esta es una evidencia para el equipo de analistas de Goldman Sachs, pese a que el BCE siga retorciendo la retórica de que su Consejo de Gobierno irá analizando los datos “reunión a reunión” antes de continuar el alivio de las condiciones de financiación que inició en junio de este año.
Los expertos del banco de inversión inciden en que “el débil crecimiento” del conjunto de la eurozona y la moderación de la inflación aumentan la presión sobre las bajadas de los tipos de interés del BCE en los próximos meses.
Las previsiones de crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) de Goldman Sachs son más pesimistas que las que lanzaron los economistas de la propia institución en septiembre. El banco proyecta un avance del 0,8% en 2025 de media para los socios del euro frente al 1,3% del BCE, que actualizará estas estimaciones precisamente en diciembre.
Los analistas de Goldman también ven una inflación más baja que el banco central que preside Christine Lagarde, un 2% de media en 2025 en la eurozona, frente al 2,2% que espera el BCE.
Con estas previsiones, Goldman Sachs está seguro de un recorte de los tipos de interés en diciembre, al que seguirán otros cinco consecutivos. En cambio, las actas de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE en octubre, que se publicaron este jueves, recogen, una vez más, que la institución seguirá “aplicando un enfoque basado en los datos y reunión por reunión para determinar el nivel y la duración adecuados de la restricción. No debería haber ningún compromiso previo con respecto a una trayectoria de tipos determinada a fin de tener libertad para responder según sea necesario”.
“Dadas nuestras previsiones de menor crecimiento e inflación, esperamos que el Consejo de Gobierno sitúe los tipos ligeramente por debajo del nivel neutral, con recortes de 25 puntos básicos en cada reunión, hasta el 1,75% en julio”, señalan en Goldman Sachs. “Aunque es posible volver a los recortes trimestrales si la economía resulta ser más resistente de lo esperado, vemos los riesgos sesgados hacia recortes más rápidos y más profundos”, añaden.
Al BCE se le acaba el argumento de las subidas de salariosUna de las claves para el banco de inversión es que “el debilitamiento del mercado laboral respalda nuestra opinión de enfriamiento del crecimiento salarial”. Las subidas de sueldos han sido uno de los argumentos más utilizados por el BCE para justificar una posición agresiva.
Hay que tener en cuenta que los bancos centrales asumen el daño a la economía real (a las familias, a las empresas...) como parte de su estrategia para luchar contra la inflación. La austeridad monetaria es efectivamente una forma de asfixiar la demanda de los hogares y la capacidad de invertir de las compañías mediante el encarecimiento de las hipotecas y de los préstamos en general.
De hecho, España, que es una excepción positiva en la eurozona y cuyo PIB se espera que crezca un 3% este 2024 y otro 2% en 2025, ha recibido también un duro golpe del último ciclo de austeridad monetaria.
La semana pasada, un informe del Banco de España indicó que las subidas de los tipos de interés del BCE desde 2022 —desde el -0,5% hasta el 4% donde los dejó en otoño de 2023, hasta que empezó a bajarlos en junio de este 2024— han restado 2,5 puntos al avance del PIB de nuestro país en los últimos tres años, y todavía seguirán golpeando el avance del PIB (Productor Interior Bruto) en 2025. El Banco de España calcula que el daño de la austeridad monetaria a la economía real va a alcanzar cerca de 40.000 millones de euros en total de 2022 a 2025.
Mientras, la institución que lidera José Luis Escrivá señala que el “endurecimiento” de las condiciones de financiación apenas ha rebajado algunas décimas la inflación media de cada año, pero celebra que ha sido “fundamental para anclar las expectativas” sobre las subidas de precios.
Actualmente, una de las amenazas para la política monetaria es el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, como se explica en esta información. La principal razón es que muchas de sus promesas —como las que tienen que ver con bajadas de impuestos— y el riesgo de que desencadene una guerra son factores “inflacionistas”, según coinciden la mayoría de expertos.