Organizaciones y partidos ecologistas criticaron la comparecencia parlamentaria de la candidata designada como futura comisaria europea de Energía, la liberal estonia Kadri Simson, a quien le reprocharon su excesiva ambigüedad y su apoyo a las inversiones gasísticas a largo plazo.
En una comparecencia ante las comisiones de la Eurocámara responsables de Industria, Energía y Medioambiente, Simson avanzó que diseñará una política centrada en la lucha contra el cambio climático pero sin mermar la competitividad de las empresas vía precios, y en la que tendrán mucho peso las renovables y el gas.
"Ha sido un desempeño alarmantemente débil de la candidata para liderar la transformación energética de Europa para evitar la crisis climática", señaló en un comunicado la organización Amigos de la Tierra.
Esa asociación lamentó que Simson fuera "ambigua sobre la necesidad de eliminar los combustibles fósiles a gran velocidad" y le reprocharon una falta de "visión para acelerar la transformación verde y justa de nuestra energía".
En la misma línea, Greenpeace señaló que Simson hizo ante los eurodiputados "promesas contradictorias sobre la acción climática y el gas que podrían significar un desastre para sus credenciales climáticas" al defender el objetivo de neutralidad climática en 2050 al tiempo que apoyó "inversiones en nuevos gasoductos y terminales que podrían estar en uso hasta después de 2050".
"Buscar la neutralidad de carbono al invertir en gas es como decir que planeas dejar de fumar cambiando las marcas de cigarrillos", agregó Greenpeace, que añadió "no tiene sentido decir que harás lo que sea necesario para luchar colapso climático al tiempo que atrapas a Europa en décadas de dependencia de los combustibles fósiles".
Los coordinadores de la comisiones parlamentarias de Industria, Investigación y Energía y de Medioambiente deben decidir si aprueban o suspenden a la candidata designada a comisaria europea de Energía.
El posicionamiento del Parlamento Europeo no es vinculante respecto a cada comisario, pero el conjunto del Ejecutivo comunitario de la futura presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, sí necesita la aprobación del pleno del Parlamento Europeo para salir adelante.