La primera planta de gas natural licuado (GNL) de Centroamérica, ubicada en la costa caribeña de Panamá y con inversión de 1.150 millones de dólares, está lista para empezar a exportar el hidrocarburo al resto de países de la región, luego de inaugurar este viernes un megatanque de almacenamiento de 180.000 metros cúbicos.
"Lo que va a permitir este tanque de almacenamiento es que muchas otras plantas de generación (de energía en la región) que funcionan hoy en día a base de búnker o diesel vayan usando el gas natural", dijo el presidente ejecutivo de AES, Andrés Gluski, la compañía estadounidense que construyó el proyecto.
El gas natural, apuntó el directivo, "es muchísimo más económico y amigable con el medio ambiente" que otros combustibles y ayudará a los países de la región a diversificar sus matrices energéticas y a depender menos de los derivados del petróleo.
El tanque de almacenamiento, de 91 metros de diámetro y 54 metros de altura, dimensiones similares a las de un campo de béisbol profesional, permitirá cargar con gas tanto camiones como barcos de pequeña y gran escala, facilitando que este combustible, hasta ahora desconocido en Centroamérica, llegue a cualquier rincón de la región.
"El hub de gas natural licuado que hoy inauguramos cuenta con una terminal de buques con capacidad para atender embarcaciones desde los 3.000 a 175.000 metros cúbicos (...) Se podrá abastecer 1.500 megavatios de otras centrales eléctricas, lo que equivale al 12 % del mercado total de Centroamérica", agregó el directivo de AES.
"AES expresa su confianza en la seguridad jurídica de Panamá (...) Nosotros somos facilitadores de buenas inversiones", aseguró por su parte el presidente panameño, Laurentino Cortizo.
La planta, ubicada en la ciudad caribeña de Colón y de 380 megavatios (MW) de capacidad instalada, fue inaugurada en agosto del año pasado y en su construcción, que requirió una inversión de 1.150 millones de dólares, participó también la panameña Inversiones Bahía.
La planta se abastece con gas procedente de Estados Unidos, que gracias a la tecnología del "fracking" (fracturación hidráulica) está extrayendo grandes cantidades de gas esquisto o "shale gas".
La Agencia Internacional de la Energía (AIE, por sus siglas en inglés) señaló en un informe en 2017 que el país norteamericano se convertirá a partir de 2025 en el mayor exportador del mundo de este combustible.
Durante la inauguración, también participó el nuevo subsecretario interino de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, quien llegó el miércoles a Panamá para una visita de cinco días, en los que mantendrá una reunión a puerta cerrada con Cortizo y otros ministros.
"Esta inauguración convierte a Panamá en un 'hub de GNL' y abre una nueva era para el papel de Panamá en el desarrollo energético de la región", afirmó el funcionario estadounidense.
Se trata del primer viaje de Kozak como subsecretario interino para Asuntos del Hemisferio Occidental, e incluye una visita al Canal de Panamá para expresar el interés de Estados Unidos en promover otros proyectos relacionados con la vía interoceánica, de acuerdo con la información difundida por la embajada estadounidense.
El Canal, construido por Estados Unidos a principios del siglo pasado y transferido a Panamá el 31 de diciembre de 1999, une a más de 140 rutas marítimas y 1.700 puertos en 160 países distintos.
La vía puso en servicio en junio de 2016 su primera ampliación, con un costo de al menos 5.600 millones de dólares, que consiste en un nuevo carril para dar paso a los neopanamax, buques con hasta el triple de capacidad de carga (hasta 14.000 contenedores) de los que pasan por las esclusas operativas desde 1914.
Por la vía ampliada pueden pasar los buques con GNL procedentes de EE.UU. y que tienen como principal destino Asia.