El G20 aplaudió este viernes los "progresos logrados" en el diseño de una tasa a los gigantes tecnológicos para que paguen una parte de sus impuestos allí donde generan sus beneficios, a la vez que celebró el acuerdo parcial en la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
"A propósito de la aplicación de los impuestos a nivel internacional, nos felicitamos de los recientes progresos logrados y los esfuerzos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que ha propuesto un enfoque unificado", dijo el ministro japonés de Economía, Taro Aso.
Japón ocupa la presidencia temporal de la entidad que agrupa a las principales economías avanzadas y en desarrollo.
En una rueda de prensa al término de la reunión ministerial del G20 que se celebró en el marco de la Asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, Aso remarcó "la importancia de un marco inclusivo" y destacó que se esperan más detalles específicos para el próximo año.
La presidencia del G20 en 2020 corresponderá a Arabia Saudí.
La pasada semana la OCDE presentó un informe en el propone que las grandes corporaciones tributen donde estén sus usuarios, sin importar el domicilio fiscal de las compañías.
De este modo, grandes compañías tecnológicas como Google, Apple, Facebook o Amazon, pagarían una parte de sus impuestos en los mercados donde generan sus beneficios, a las que se ha acusado de recurrir a mecanismos de ingeniería fiscal para radicar su sede en países de baja carga impositiva y reducir así sus obligaciones fiscales.
Los Gobiernos del G20 deberán discutir ahora la iniciativa para acabar de detallarla, con el objetivo de que sea concretada para junio de 2020.
Ante los desafíos que plantea una economía digital en la que muchas empresas hacen negocio sin tener una presencia física en un país, para la OCDE lo fundamental es que los Estados puedan exigir el pago de impuestos a una compañía desde el momento en que esta obtenga una determinada cantidad de ingresos allí.
El acuerdo sobre los detalles, sin embargo, puede ser complicado ya que a la vez que obligará a las grandes empresas digitales a pagar más, y también puede implicar que la gran porción de los impuestos vaya a los países más grandes.
Aso se mostró optimista: "No es el caso que las diferencias son tan grandes que sean insalvables".
Asimismo, el grupo de las principales economías mundiales expresó sus recelos acerca de las criptomonedas y aseguró "que los riesgos como el lavado de dinero, la financiación ilícita, la protección de inversores y consumidores, debe ser evaluada antes de que estas opciones puedan comenzar a operar".
Finalmente, y pese a apuntar a los crecientes riesgos económicos a la baja, el G20 dio la bienvenida al acuerdo parcial comercial entre EE.UU. y China de la pasada semana.
El ministro japonés destacó como positivo el acercamiento entre las dos grandes potencias, y aseguró que ahora "las delegaciones de ambas partes están conversando de una manera normal".
No obstante, evitó criticar el proteccionismo desatado por las políticas del presidente estadounidense, Donald Trump, al señalar que las disputas deben solventarse "de modo bilateral".
El FMI presentó esta semana en el marco de su reunión sus nuevas previsiones globales, que redujo de nuevo por la batalla comercial que libran las dos potencias.
La disputa comercial mermará el crecimiento de ambos países en 2019 y 2020 y esa ralentización arrastrará a toda la economía mundial, que este año crecerá solo un 3 %, su menor ritmo desde la crisis financiera.
Alfonso Fernández