El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, dio este jueves su visto bueno al proyecto de fusión entre el fabricante automovilístico francés PSA y el ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA), que a su juicio responde a las necesidades del sector.
"Esta operación responde a la necesidad del sector automovilístico de consolidarse para afrontar los desafíos de la movilidad del futuro. Permitirá la creación del cuarto grupo automovilístico mundial", dijo en un comunicado.
Le Maire reiteró que el Estado francés, que posee a través del BPI un 12 % del accionariado del grupo galo, vigilará que las negociaciones no afecten a su implantación industrial y el proyecto de creación de una filial europea de baterías eléctricas.
Este nuevo plan de fusión se produce después de que Fiat presentase hace unos meses una oferta para combinarse con la rival de PSA, Renault, y que fracasó debido a la falta de apoyo del gobierno francés y de su socio Nissan.
"Francia debe estar orgullosa de su industria automovilística, que ha demostrado su capacidad de investigación e innovación tecnológica, en particular en materia eléctrica e híbrida", añadió Le Maire.
El ministro recordó que esta operación conduce a la creación del cuarto grupo automovilístico mundial, con 8,7 millones de vehículos vendidos, 170.000 millones de euros de facturación y cerca de 400.000 trabajadores en total.
El nuevo grupo, añadió, dispondría "de una gama completa", desde coches utilitarios hasta gama alta, y en él PSA y FCA alcanzarían "el tamaño necesario para efectuar las inversiones necesarias para afrontar los desafíos de la transición energética, la electrificación y la conducción compartida, autónoma y conectada".
En la nueva sociedad, bajo una empresa matriz holandesa, el presidente sería John Elkann (actual presidente de FCA) y el consejero delegado Carlos Tavares (actual presidente de PSA), de quien Le Maire alabó el trabajo emprendido al frente de PSA.