El Gobierno portugués considera que la gestión de las aguas del Tajo que realizó España durante el último año hidrológico "no es aceptable" y por ello propondrá que se incrementen los mecanismos de control.

Así lo aseguró el ministro de Ambiente y Acción Climática luso, João Matos Fernandes, en declaraciones divulgadas hoy por el diario Público, en las que recordó que España realizó grandes desembalses de agua el pasado septiembre para cumplir con las exigencias del Convenio de Albufeira.

"Portugal ya refirió de forma clara a España que reforzará su actitud en la próxima reunión de la Comisión para la Aplicación del Convenio de Albufeira y propondrá el incremento de mecanismos de control que permitan evitar en el futuro situaciones de esta naturaleza", dijo.

El Convenio de Albufeira, firmado en 1998, establece la gestión de los ríos transfronterizos del Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana.

El acuerdo recoge el volumen del agua de los ríos compartidos que España está obligada a enviar a Portugal, que en el caso del Tajo asciende a 2.700 hectómetros cúbicos por año.

El pasado septiembre, último mes del año hidrológico 2018/2019, España descargó cantidades de agua mayores de lo habitual para poder cumplir con esa cifra, lo que causó consecuencias "dramáticas" a nivel ambiental y económico, según el ministro luso.

En declaraciones también este domingo a la emisora TSF, Matos Fernandes consideró que no tendría sentido pedir que se revisara el Convenio de Albufeira.

"Pedir la revisión del Convenio de Albufeira es, usando el lenguaje popular, ir a por lana y volver trasquilado", dijo el ministro, que consideró que quien tendría más interés en revisar el acuerdo sería España para reducir los volúmenes de agua que tiene que enviar a Portugal.

Matos Fernandes consideró "imposible" que Portugal consiga tener más agua a partir de España a lo largo del año, por lo que es "de la mayor importancia" que la reciba con más regularidad.