El gobernador del Banco Central de Bahamas, John Rolle, señaló este martes que las pérdidas totales provocadas por el huracán Dorian podrían superar los 2.500 millones de dólares en el escenario más optimista, una suma equivalente al 20 % de la economía del archipiélago atlántico.
Rolle, en un encuentro sobre perspectivas económicas del regulador monetario, dijo que estas proyecciones están basadas en el impacto devastador que el huracán provocó sobre viviendas, servicios públicos e infraestructura en las islas Ábaco y Gran Bahama, principalmente.
Advirtió de los problemas que puede sufrir la industria de los seguros de Bahamas, ya que deberá afrontar pagos por cerca de 1.000 millones de dólares.
Rolle indicó que además de eso numerosas familias y negocios afectados por el huracán se enfrentan a situaciones complicadas al no disponer de seguro alguno.
"Podrían enfrentar un largo proceso de recuperación al tener que depender de sus ahorros o de la asistencia financiera del Gobierno", indicó el funcionario.
El gobernador del Banco Central de Bahamas también predijo que el índice de morosidad de la industria de la banca comercial aumentará en varios puntos porcentuales para alcanzar un rango de entre el 10 % y 12 % después de Dorian.
Agregó, sin embargo, que un índice de morosidad como ese era predecible para el Banco Central dada la magnitud de los daños provocados y la falta de recursos en la que quedaron particulares y empresas.
Rolle dijo que Gran Bahama y las Ábaco juntas suponen el 14 % del crédito bancario comercial del archipiélago atlántico, lo que matizó supone un porcentaje muy inferior al de la isla de Nueva Providencia, donde se ubica la capital, Nassau, que concentra la mayor parte de la economía del país.
El funcionario subrayó que se prevé que los activos comerciales clave se recuperen más rápido que el inventario de viviendas de las Ábaco y Gran Bahama.
Rolle matizó que las pérdidas de 2.500 millones de dólares es una estimación aproximada, tras indicar que los daños afectaron tanto a viviendas como infraestructura de servicios públicos, locales comerciales e inventario.
"La estimación de 2.500 millones de dólares es la más optimista una vez se evaluaron estos daños totales. He visto valoraciones más altos. Sabemos que el 20 % del PIB no es una cifra que esté fuera de rango", concluyó.