Las asociaciones de denominaciones de origen reclaman un aumento de los controles contra la falsa competencia y de los beneficios en los países pobres, dijo hoy en Roma un responsable de la alianza oriGIN que las representa.
Café de Colombia, el Consejo regulador del Tequila u Origen España son algunos de los 600 miembros de 50 países que integran oriGIn, cuyo director gerente, Massimo Vittori, defendió que las indicaciones geográficas de productos de una determinada zona y elaborados de manera sostenible pueden generar oportunidades en el campo.
Se calcula que China es el país con un mayor número de estas indicaciones, alrededor de 5.000, mientras que la Unión Europea tiene 3.872 y otras mil están repartidas por América.
En un acto en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Vittori consideró que en los últimos veinte años ha habido cierta “convergencia” en los mercados hacia el reconocimiento de ese “joven derecho de propiedad intelectual”, al que pueden recurrir grupos de productores que cumplan una serie de requisitos.
Entre ellos, los productos locales deben estar ligados a un entorno geográfico concreto, una tradición cultural y un interés en la preservación de los recursos naturales.
El representante se quejó de que, si no actúan, están dejando vía libre a las multinacionales para usar nombres propios de lugares y vincularlos con productos que luego ofrecen sin esas características específicas, como ocurre con ciertas marcas de chocolate.
Vittori sostuvo que las indicaciones geográficas dan a los productores mayor margen de negociación de los precios y puso el ejemplo del café colombiano, que no permite mezclas y solo se puede comercializar si procede por completo de ese país para preservar su calidad.
“Así podemos mejorar la distribución de los ingresos, evitar el éxodo rural, crear nuevas oportunidades y ser más transparentes sobre el origen de los productos a los consumidores”, argumentó el representante, que llamó a incrementar los controles y los beneficios en los países en desarrollo.
Con esos objetivos se han puesto en marcha proyectos como el de la Ruta del Tequila, que permite visitar los sitios donde se produce ese licor en México, uno centrado en el café de Marcala de Honduras y otro financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) para conservar la biodiversidad de los Andes peruanos.
Muestra de la cooperación comercial en ese aspecto, China y la Unión Europea llegaron este mes a un acuerdo para reconocer un centenar de indicaciones geográficas de cada una de las partes y protegerlas en ambos lados frente a imitaciones y usurpaciones.
La experta de la FAO Emilie Vandecandelaere aseguró que estas marcas permiten abordar otras cuestiones de desarrollo como la inocuidad de los alimentos, la integración en los mercados y la asociación entre productores, aunque a veces sea difícil involucrar a las comunidades locales.