Palma acoge este lunes la XXVI reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), una cita fundamental para asegurar la sostenibilidad de pesquerías tan importantes para la economía como el atún rojo o el patudo.
En este encuentro anual se debate el estado de las poblaciones de túnidos en las aguas del Atlántico y mares adyacentes para, en base a ello, actualizar las reglas de su pesca de cara a 2020.
Este año está en el punto de mira el modelo de gestión para el atún tropical (especialmente el patudo) porque hay una parte del sector atunero, sobretodo el europeo, que pide su revisión.
Desde España, los grandes atuneros congeladores temen que el Iccat pueda reducirles un 30 % las capturas de patudo, premiando a países que, a su juicio, han sobrepasado sus cuotas.
Consideran que esas sobrecapturas son indicativas de que hay una gestión insuficiente por parte de algunos de los miembros y abogan por un cambio basado en controlar el número de barcos y su capacidad de flota en vez de fijarse en dichas capturas.
Esa gestión la ven más fácil y eficaz para cumplir con la gestión integral de las poblaciones de los cuatro tipos de atunes tropicales.
Estas pretensiones chocarán previsiblemente con las intenciones de la Icaat, que no ha dado ninguna señal de que quiera cambiar el actual sistema.
A pesar de todo, las negociaciones en la Icaat se han revelado cruciales con el paso de los años para la sostenibilidad de la pesquería del atún, como es el caso de la gestión hecha en torno al atún rojo.
Para esa especie, la Comisión diseñó un plan de recuperación hace diez años que requirió esfuerzos y sacrificios para su cumplimiento, pero que ha dado sus frutos porque en la reunión del año pasado se confirmó la recuperación de esta pesquería.
Ahora se ha pasado de un plan de recuperación a un plan de gestión, dados los elevados niveles de biomasa de este túnido en el Atlántico Este y en el mar Mediterráneo.
La intensidad e importancia de estas negociaciones se constatan en la duración de la reunión: serán ochos días en los que Palma será punto de encuentro obligado para todos los que tienen intereses en la pesca del atún.
La cita será inaugurada mañana por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, y la presidenta de Baleares, Francina Armengol.