El exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis se ha mostrado este martes pesimista sobre la puesta en marcha de un sistema común europeo de garantía de depósitos europeo, una cuestión que se debate desde hace años.
Se trata de proyectos que se van demorando en el tiempo porque algunos países no están de acuerdo, al igual que ocurre con la banca europea, ha apuntado Varoufakis en la Conferencia Europea de Inversión organizada por el instituto CFA.
Frente a los "optimistas" que defienden que en la Unión Europea los cambios se producen poco a poco pero al final llegan, Varoufakis ha cargado contra la burocracia europea y contra la reticencia de algunos países a reformar la Unión en algunas materias porque prefieren defender sus propios intereses.
El exministro ha considerado que Europa necesita acometer reformas económicas para resolver la desconexión entre la disponibilidad de liquidez y la inversión, algo que de momento no ha sido posible, en su opinión, porque Alemania no lo permite.
De la misma manera, ha criticado el "insostenible libro de normas" que rige el Banco Central Europeo (BCE), que pese a ser "el banco central más independiente del mundo" necesita recurrir a los ministros de finanzas de la UE siempre que surge algún problema para que le permitan "saltarse" sus propias normas.
Así, por ejemplo, ha considerado que en lugar de abordar las reformas necesarias, el BCE optó por poner en marcha el programa de compra de deuda (el conocido como "QE"), que aunque "es algo", limita la capacidad de acción del banco central.
A pesar de sus críticas, Varoufakis ha advertido de que una eventual desintegración del euro -una moneda "problemática"- sería "más tóxica" de lo que se imagina, ya que dividiría Europa en dos bloques, uno en torno a Alemania y otro mediterráneo, lo que alentaría los populismos.
Con respecto a la situación en Cataluña, el exministro ha eludido definirse, aunque ha criticado que la Unión Europea no se haya manifestado y ha lamentado que haya "políticos encarcelados".