La cadena de muebles y objetos para el hogar sueca IKEA anunció hoy que invertirá 200 millones de euros para acelerar su transformación en un negocio "positivo" desde el punto de vista climático.
La inversión irá destinada al uso de energías renovables en su cadena de suministro, para lograr el objetivo de que representen el 100 % de la producción en 2030, así como a reducir la presencia de C02 en la atmósfera a través de proyectos de reforestación, recuperación de bosques degradados y a mejorar la gestión forestal.
"Nuestra ambición es reducir más emisiones de gases invernadero en términos absolutos en 2030 que lo que emite toda la cadena de valor de IKEA, a la vez que el negocio sigue creciendo", señaló en un comunicado Torbjörn Lööf, consejero delegado del grupo Inter IKEA, dueño de la marca de la cadena.
IKEA ha invertido en la última década cerca de 2.500 millones de euros en energía renovable y actualmente opera 534 aerogeneradores y 715.000 placas solares en 14 países.
Inter IKEA es el dueño del concepto de la cadena de muebles, pero es el grupo Ingka el que concentra el 90 % de las ventas de la firma sueca, que posee una compleja estructura con fundaciones y compañías con sedes en varios países, controladas por la familia de su fundador, Ingvar Kamprad, muerto el año pasado.