El presidente de Ryanair, Michael O'Leary, dijo este martes en Bruselas que la aviación europea tiene previsto conseguir la descarbonización de la industria en 2050 con el reemplazo del carbono por otros combustibles de aviación sostenibles.
"Nos comprometemos a alcanzar la neutralidad de carbono en 2050", aseguró O'Leary, quien añadió que la industria de la aviación "es también parte del Green Deal", en referencia al "pacto verde" en el que la nueva Comisión Europea ha reunido sus propuestas políticas para abordar la crisis climática.
El presidente de Ryanair hizo estas declaraciones en la rueda de prensa concedida por Airlines for Europe (A4E), la asociación de las mayores aerolíneas de Europa tras la primera reunión de la asociación con la nueva comisaria de Transporte, Adina Valean.
Las aerolíneas que conforman A4E le han prometido a Valean su apoyo y una "estrecha colaboración" para combatir el cambio climático, un trabajo para el que, en palabras de la asociación, "son necesarios incentivos e inversiones en la investigación aeronáutica, y no la imposición de nuevos impuestos a la aviación".
O'Leary quitó importancia a la contaminación que generan los aviones y aseguró que la emisión de carbono de las aeronaves "solo representa el 2 % de las emisiones globales de CO2", una cifra "altamente superada por los transbordadores", que son, en opinión del presidente de Ryanair, quienes "deberían pagar impuestos ambientales".
"Las aerolíneas pagamos muchos millones de euros en impuestos ambientales", se quejó el empresario irlandés, para quien esta tasa es "estúpida" y "está lejos de ser la solución" porque "discrimina a las aerolíneas europeas y a sus consumidores".
Según los cálculos de O'Leary, estos impuestos suben un 11 % el precio medio de un billete de Ryanair; unos 4,12 euros, concretamente.
"Los impuestos de aviación no hacen nada por el medio ambiente, sino que limitan la capacidad de las aerolíneas para invertir en nuevos aviones, innovación y combustibles sostenibles", apostilló el director general de A4E, Thomas Reynaert.
En este sentido, O'Leary puso en valor que, pese a estas "dificultades", las aerolíneas europeas "han reducido su consumo de combustible por pasajero y kilómetro un 24 % durante los últimos 30 años".
Los directivos que conforman Airlines for Europe presentaron ante la nueva comisaria de Transporte un "plan radical" de renovación de la industria aeronáutica porque, en opinión de O'Leary, "es fundamental trabajar conjuntamente con las instituciones europeas", ya que "el cambio no llegará de la mano de los gobiernos nacionales".
Algunas de las propuestas incluidas en este plan son el aumento de la producción de combustible de aviación sostenible "a un precio asequible" y la aplicación del "Cielo Único Europeo", iniciativa que busca una gestión integrada del tráfico aéreo y que, en opinión de A4E, "reduciría en un 10 % las emisiones de CO2".
"A las aerolíneas nos acusan de no estar haciendo nada por frenar el cambio climático y de que empeoramos la situación", se quejó Reynaert, quien alegó que, por el contrario, A4E "invertirá 1.700 millones de euros hasta 2030 para operar de manera más eficiente con aviones de última generación".
Airlines for Europe aprovechó su reunión con Valea para presentar al nuevo miembro de la asociación, el grupo turístico TUI, que opera en alrededor de 180 destinos y cuya sede se encuentra en Alemania.
La asociación A4E fue creada en 2016 con el objetivo de lograr una política aérea que "beneficie a los consumidores" y asegurar "un mercado aéreo seguro y competitivo".
A4E, con 15 miembros, entre los que destacan Ryanair, Air France-KLM, EasyJet, y Norwegian, representa el 70% de los viajes en Europa, opera más de 3.000 aviones y genera más de 130 millones de euros en facturación anual, según los cálculos de esta asociación.