El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, anunciaron hoy una reforma monetaria que reemplazaría por la moneda ECO al franco CFA, utilizado en África occidental por ocho países.

"En mi calidad de presidente en ejercicio de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y en virtud del mandato que mis pares me han dado, estoy feliz de anunciar que, en acuerdo con otros jefes de Estado de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) hemos decidido hacer una reforma del franco CFA", declaró Ouattara en una conferencia de prensa, celebrada en Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil.

Esta decisión ha sido calificada de "histórica" por ambos jefes de Estado debido a que habrá tres reformas principales como el cambio de nombre de la moneda, el fin de la entrega del 50 % de las reservas de esta moneda al Tesoro francés, y el cierre de la cuenta de operaciones y la salida de los representantes de Francia de todos los órganos de decisión y gestión de la UEMOA.

A pesar de estas modificaciones, los ocho países que utilizan esta moneda en África occidental han decidido mantener en la nueva moneda la paridad fija que ya tiene el franco CFA con el Euro, uno de los aspectos más polémicos de esta divisa.

"Mantener la paridad fija del ECO con el Euro se ha acordado para mantener la garantía de convertibilidad", argumentó el presidente marfileño.

Para Macron esta disposición podría evolucionar en función de la voluntad de los países de la CEDEAO cuando quieran unirse a la nueva moneda.

Para el presidente francés se trata de la "voluntad de la opinión pública" de estos países y Francia pretende "construir una asociación desacomplejada en la que ella no tiene privilegio".

El franco CFA es una moneda que utilizan 14 países de África occidental y central desde su creación por Francia en 1945, antes de que estos países obtuvieran su independencia.

La paridad de esta moneda con el euro permite una mayor estabilidad para el capital extranjero, que en lugar de contribuir al desarrollo de los países africanos con inversiones, se dedica a extraer recursos y repatriarlos.

Desde 1983 la CEDEAO, en su tarea de promover la integración económica de la región, ha buscado crear una moneda común, pero no lo ha logrado ni en 2009, ni en 2012, ni en 2015, siendo el nuevo plazo 2020.

El pasado mes de junio en una reunión de la Comisión de la CEDEAO en Abiyán, se decidió que la moneda se llamaría ECO, pero no se decidió el modelo de la banca central, ni existe un acuerdo sobre el símbolo de esta moneda común.

Para participar en la utilización del ECO, los países de África occidental acordaron unos criterios de convergencia, entre los que destacan un déficit de menos del 3 %, una inflación inferior al 10 % y una deuda que no supere el 70 % del producto interior bruto (PIB).

En 2018 ningún país cumplió todos los criterios, y en 2017, lo hicieron tres, según datos de la Comisión de la CEDEAO.

Los países que componen la CEDEAO tienen realidades heterogéneas, siendo Níger el país más empobrecido del mundo y Nigeria una de las mayores potencias económicas del continente africano, representando casi dos tercios del PIB de esta región y siendo exportador de petróleo, mientras el resto de países son importadores netos.

El presidente francés se encuentra desde ayer por la tarde de visita oficial en Costa de Marfil, para estrechar lazos con este país africano y firmar acuerdos bilaterales, entre otras actividades.