Los líderes de la UE meten presión a Biden y Johnson para que exporten vacunas y dicen que liberalizar patentes

El debate de las patentes está atravesando a la Unión Europea desde que lo puso sobre la mesa esta semana el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Hay países, como España o Italia, que se han manifestado públicamente a favor de que haya que moverse en esa dirección, y otros como Alemania, donde se producen millones de dosis, que se han alineado con los intereses de las farmacéuticas. En todo caso, el común denominador de los 27, reunidos en una cumbre informal en Oporto, ha sido señalar los problemas generados por las trabas a las exportaciones de países como Estados Unidos y Reino Unido.

En paralelo, la UE ha exportado más de 200 millones de dosis.

"Hay muchos avances en Europa en la producción y entrega de vacunas", ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, después de la cena del viernes por la noche en la que se habló de la situación de las vacunas: "Somos conscientes de que debemos permanecer atentos ante el riesgo de mutaciones y variantes y queremos apoyar la investigación. Otro asunto importante que discutimos anoche fue el lanzamiento de los certificados covid. Y decidimos que en la cumbre del 25 de mayo retomaremos este asunto para asegurar que podamos alcanzar un acuerdo sobre esto".

Pero el asunto que más divide a la UE es cómo asegurar que las vacunas lleguen a todo el mundo lo antes posible. "Europa está muy comprometida con la solidaridad internacional. Somos la única democracia que exporta masivamente de vacunas. Iniciamos y apoyamos mucho la iniciativa COVAX. En cuanto a la propiedad intelectual, no creemos que a corto plazo pueda ser una solución mágica, pero debemos estar preparados para discutir este tema tan pronto como se pongan sobre la mesa propuestas concretas".

Es decir, la UE, como hizo el viernes la Comisión Europea, señala que Estados Unidos, de momento, no ha presentado una propuesta detallada sobre su propuesta de levantar las patentes.

"También creemos que debemos alentar a todos nuestros socios a facilitar las exportaciones para asegurar que haya tantas dosis como sea posible y que se puedan movilizar en cualquier parte del mundo", ha dicho Michel: "Todos coincidimos en que necesitamos hacer todo lo posible para aumentar la producción de vacunas en todo el mundo".

"Hoy en día no hay una fábrica en el mundo que no pueda producir dosis para países pobres debido a patentes", ha argumentado este sábado el presidente francés, Emmanuel Macron, a preguntas de la prensa: "La prioridad hoy no son las patentes, es la producción. ¿Qué está bloqueando la producción hoy? Lo primero es abrirse a la exportación. De lo que producimos en la UE, permitimos exportar el 50%. Es necesario que los anglosajones dejen de prohibir las exportaciones. La segunda palanca es preparar las fábricas, como lo hemos hecho cada vez más en Europa, para producir más vacunas con la transferencia de tecnología. La tercera palanca es la donación de dosis. Se trata de hacer lo mismo que hicimos en la época del VIH: si la propiedad intelectual bloquea, hay que poder levantarla, pero de forma limitada. Decir que la vamos a romper no incentiva a los inventores: la innovación debe ser recompensada, si bien debemos poder liberarla cuando bloquea el acceso".

Y ha añadido: "Es un debate falso, la urgencia es producir más". El primer ministro italiano, Mario Draghi, por su parte, también atacó a Biden por las exportaciones y propuso una derogación temporal de las patentes bajo ciertas condiciones. "En Europa hay que seguir acelerando la vacunación con transparencia y aumentar la producción de forma segura", dijo Draghi, quien también advirtió a "aquellos países que aún bloquean las exportaciones".

"Hay millones de personas sin acceso a las vacunas que están muriendo", ha dicho Draghi este sábado en una rueda de prensa: "Aún hay que conocer los detalles de la propuesta de EEUU".

"Si vamos un poco más allá, vemos que la cuestión es mucho más compleja. Porque, en primer lugar, la producción de estas vacunas es muy compleja, requiere tecnología, requiere especialización y requiere organización. Esta producción debe ser segura. Por tanto, la liberalización de las vacunas sin patente no garantiza esta seguridad. Antes de llegar a la liberalización de las vacunas, conviene hacer otras cosas más sencillas. Por ejemplo, quitar el bloqueo de exportación que hoy mantienen Estados Unidos y Reino Unido. La Unión Europea exporta hoy tantas dosis como las que ha distribuido a sus ciudadanos, es decir, el 50% de la producción de la Unión se destinó a los mercados de Canadá a los Estados Unidos y al Reino Unido".

"Lo segundo que hay que hacer", ha dicho Draghi, es acelerar la producción para acelerar la producción a través de la transferencia de tecnología con la identificación de nuevos sitios de producción. El mérito de esta propuesta de Biden es que ha abierto una puerta y me parece que el Consejo Europeo es bastante unánime al respecto. Esta es una puerta abierta, veamos qué significa. Luego, lo consideraremos y decidiremos. Evidentemente hay quienes protegen más y hablan del carácter sagrado de la patente. Y hay quienes son más abiertos en esto, pero hay consenso en seguir adelante"

El Gobierno español, por su parte, decía este jueves que la suspensión de patentes "marca el camino", pero avisaba de que "no es suficiente". El Ejecutivo está llevando a la Cumbre Social Europea de Oporto que comienza este viernes una propuesta en forma de non paper en la que pide "reforzar la transferencia de conocimiento y tecnología, aumentar la producción global de vacunas y acelerar su distribución por todo el planeta".

En el documento, titulado 'Iniciativa vacunas para todos' y al que ha tenido acceso este diario, el Gobierno expone que la vacunación global presenta "numerosos desafíos que tienen que abordarse de forma simultánea y coordinada". Para ello, exponen tres pilares principales: "reforzar la transferencia de conocimiento y tecnología, aumentar la producción global de vacunas y acelerar su distribución por todo el planeta".

Así, el Gobierno cree que la propiedad intelectual "no puede ser un obstáculo" para acabar con la pandemia" y enfatiza la importancia de mejorar la plataforma de tecnología mancomunada C-TAP, ya existente, como una herramienta para compartir todo tipo de conocimiento acerca del virus.

España también propone la creación de una plataforma que garantice un enlace adecuado entre la producción y la demanda de la vacuna en los diferentes países en el mundo, así como medidas encaminadas a la mejora del comercio. "Todos los países deben comprometerse a relajar los obstáculos al comercio, incluidas las sanciones a la importación y exportación de bienes", reza el documento.

Por último, invita a los países a ampliar sus contribuciones al mecanismo COVAX para asegurar su eficiencia e invitan a crear una alianza público-privada entre aerolíneas, estados, organizaciones internacionales y otros actores relevantes, como GAVI, para "impulsar la distribución de las vacunas".

Este viernes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmaba a su llegada a la cumbre social de Oporto en una declaración sin preguntas: "La propuesta del presidente de Estados Unidos va en la buena línea, pero nos parece insuficiente".

Sánchez ha defendido que hay que ser "más ambiciosos" acelerando "el proceso de transmisión de tecnología y conocimiento al conjunto de países" y reforzando "la capacidad de fabricación" y acelerando "la distribución".

Este viernes también ha trascendido una carta firmada por España con Francia, Bélgica, Dinamarca y Suecia enviada al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente de turno de la UE, el portugués António Costa, en la que piden un esfuerzo adicional para que las vacunas lleguen a todo el mundo.

Eso sí, la carta no menciona expresamente las patentes. Habla de "unir a los actores públicos y privados para aumentar la producción mundial y la distribución de vacunas efectivas, accesibles y seguras, garantizando que se comparte proactivamente el know-how [el conocimiento para fabricarlas] y la tecnología".

"Si la UE no da un paso adelante, otros llenarán el vacío y usarán las vacunas como herramienta geopolítica", avisan con la mirada puesta en Rusia y China: "Las vacunas se han convertido en una cuestión de política de seguridad, y la UE no puede permitirse quedar atrás. Un aumento de la capacidad de producción europea es una prioridad clave".

Hace prácticamente un mes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que se disponía a negociar un acuerdo con Pfizer para 1.800 vacunas de aquí a 2023, con vistas a las nuevas variantes y a inmunizar a los menores de edad.

"Tenemos que centrarnos en tecnologías que están funcionando, las vacunas de ARN mensajero son un claro ejemplo", afirmó entonces Von der Leyen, en detrimento de Janssen y AstraZeneca, las dos con efectos secundarios infrecuentes con trombos y la segunda con graves problemas en las entregas, hasta el punto de que Bruselas ha acudido a los tribunales.

Y este sábado, en la cumbre informal de Oporto, la presidenta del Ejecutivo comunitario ha comunicado que acaba de cerrar un contrato de 900 millones de dosis más una opción por otras 900 millones para 2021-2023.