La UE acuerda un certificado COVID para impulsar el turismo en el verano

Hay acuerdo para un certificado digital a partir del 1 de julio. Este jueves el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y la presidencia del Consejo de la UE han terminado cuatro sesiones de negociación y han acordado un certificado que probará que una persona ha recibido una vacuna, tiene un resultado negativo en la PCR o se recuperó del COVID-19 y tiene inmunidad. Así, el certificado servirá de prueba de PCR negativa que con menos de 72 horas; prueba rápida negativa con menos de 24 horas; y haber pasado la enfermedad en los últimos 6 meses.

En el documento pactado, se pide a los Gobiernos que "eviten imponer restricciones adicionales, como PCR y cuarentena" a las personas con vacunación completa, , "salvo que sea necesario y proporcionado" por la situación epidemiológica del país.

La Comisión Europea ha saludado la noticia. La comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, ha afirmado: "Este es un paso importante hacia el reinicio de la libre circulación en la UE de la manera más segura posible, al tiempo que brinda claridad y certeza a nuestros ciudadanos".

El nombre del documento será el que proponía el Parlamento Europeo, Certificado digital COVID de la UE, en lugar de Certificado Verde Digital, que proponía la Comisión Europea. Y puede ser solicitado por cualquier persona que haya sido vacunada, que tenga una prueba negativa de la COVID-19 o que haya estado enfermo recientemente y haya desarrollado anticuerpos. El objetivo es evitar cuarentenas entre los 27 y agilizar el turismo en verano.

Una vez conseguido este acuerdo en las negociaciones que han terminado este jueves, ya solo falta la ratificación formal por parte de los Gobiernos y el Parlamento Europeo, que será en el pleno de la semana del 7 de junio y así pueda estar poco después, a partir del 1 de julio.

La Comisión Europea, además, se compromete a movilizar 100 millones de euros a través del Instrumento de Apoyo a Emergencias para hacer más asequibles las PCR. La posición inicial del Parlamento Europeo reclamaba la gratuidad de los tests, algo a lo que se oponían la mayoría de los gobiernos.