Una semana después de que Joe Biden se reuniera con Vladímir Putin en Ginebra, Angela Merkel y Emmanuel Macron han propuesto al resto de líderes de la UE estrechar relaciones con el Kremlin. Hasta el punto de invitar al presidente ruso a una cumbre en Bruselas. La idea, difundida cuando el borrador de las conclusiones del Consejo Europeo de este jueves y viernes estaba bastante cerrado, ha generado desconcierto entre los jefes de Estado y de Gobierno, que hasta ahora estaban en la pantalla de paz fría con Rusia.
"La discusión sobre Rusia no ha sido fácil", ha reconocido la canciller alemana a la salida de la reunión: "Una vez más dijimos nuestros requisitos previos, bajo qué condiciones queremos comunicarnos y trabajar con Rusia. Y los formatos ahora se están gestionando. Formatos y condicionalidades bajo las cuales se puede iniciar el diálogo. Hoy no ha sido posible acordar que nos reuniríamos de inmediato a nivel de jefe de Estado y de Gobierno, pero lo importante es que se mantenga el formato de diálogo. Personalmente, me habría gustado dar un paso más audaz".
Así, las conclusiones señalan: "El Consejo Europeo reitera la disposición de la Unión Europea a una cooperación selectiva con Rusia en áreas de interés de la UE. Invita a la Comisión y al Alto Representante a desarrollar opciones que incluyan condicionalidades en este sentido, con vistas a su toma en consideración por el Consejo, en áreas como el clima y el medio ambiente, la salud, así como temas de asuntos exteriores y de seguridas, políticas y cuestiones multilaterales como el JCPoA, Siria y Libia. En este contexto, el Consejo Europeo explorará formatos y condicionalidades del diálogo con Rusia".
En efecto, la canciller alemana ha pedido a la UE, sin éxito, que establezca conversaciones de alto nivel con Vladimir Putin, con la idea de una cumbre con el presidente ruso. "En mi opinión, nosotros, como Unión Europea, también debemos buscar el contacto directo con Rusia y el presidente ruso", había dicho Merkel al Bundestag alemán antes de la cumbre del Consejo Europeo.
"No es suficiente que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hable con el presidente ruso, lo celebro, pero la Unión Europea también debe crear formatos para las conversaciones", añadió, refiriéndose a la reciente cumbre de Biden con Putin en Ginebra: "No hay otra forma de resolver los conflictos".
El presidente lituano, Gitanas Naus?da, sin embargo, pidió cautela: "Empezar a cooperar sin cambios positivos en el comportamiento de Rusia, enviará una señal muy incierta a nuestros socios. Debemos ser extremadamente cautelosos".
Naus?da sugirió que no se podía establecer una comparación con la reciente cumbre de Biden y Putin, entre otras cosas porque, a diferencia de Estados Unidos, la UE no tiene un arsenal de armas estratégicas.
La primera ministra estonia, Kaja Kallas, también rechazó la idea de una cumbre de la UE con el presidente ruso: "La última vez que tuvimos un debate con todos los líderes sobre Rusia, fue muy abierto y todos coincidimos en que Rusia es una gran amenaza, agresiva. Me pregunto qué ha pasado ahora, de dónde viene esta propuesta".
Kallas señaló que "el resultado no fue tan positivo" cuando el Alto Representante Josep Borrell visitó Rusia por última vez.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, también mostró objeciones a la propuesta franco-alemana. "No me importa una reunión con Vladímir Putin y los dos presidentes", dijo Rutte, refiriéndose al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "Yo personalmente no participaré en una reunión con Vladímir Putin".
Las relaciones con Rusia son un tema delicado para Rutte, ya que 196 ciudadanos holandeses murieron en el derribo del vuelo MH17 en 2014, del que Holanda y gran parte de la comunidad internacional responsabilizan a Rusia.
El canciller austríaco, Sebastian Kurz, sin embargo, sí respalda la iniciativa franco-alemana para una cumbre de la UE con el presidente ruso. "Estoy muy feliz de que finalmente haya un movimiento en la dirección de un diálogo con Rusia", dijo Kurz a los periodistas, y agregó que esto "no debe dejarse solo a los Estados miembros [de la UE], y ciertamente no solo a los Estados Unidos".
Muchos problemas con Rusia, como el conflicto en el este de Ucrania, están mucho más cerca de la UE que de Estados Unidos, tanto desde un punto de vista geográfico como en términos de sus implicaciones reales, argumentó Kurz.
El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió que la UE debe participar en un "diálogo exigente" con Rusia "para defender los intereses como europeos". Dijo que tal compromiso es "necesario para la estabilidad del continente europeo" y que los países europeos "no pueden seguir razonando de una manera puramente reactiva".
Macron citó la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, como una razón más para volver a entablar ese diálogo, al tiempo que subrayó la importancia de que los europeos lo hagan de manera unida.
No explicó por qué un enfoque de este tipo produciría ahora resultados más productivos que los intentos infructuosos anteriores, incluido su propio diálogo con Putin lanzado en 2019.
Abrir un nuevo diálogo de alto nivel con Rusia solo es posible si Moscú detiene su "política agresiva" hacia sus vecinos, dijo el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki en su camino hacia la cumbre, refiriéndose a la propuesta franco-alemana. “Iniciar cualquier diálogo directo al más alto nivel político solo es posible en una situación en la que hay una desescalada real y una retirada real de la política agresiva”, enfatizó Morawiecki. “Es una situación inequívoca para nosotros. Cuando vemos ataques híbridos contra nuestros vecinos, contra nosotros, en el contexto del último ciberataque... es difícil iniciar un diálogo al más alto nivel", añadió.