El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, con "más que sanciones" si su ofensiva en el noreste de Siria tiene un efecto "inhumano" en los kurdos: "Le he dicho al presidente Erdogan que haré mucho más que sanciones (...). Estoy de acuerdo con las sanciones, pero haré algo mucho más duro".

El mandatario respondía así a la pregunta de si está de acuerdo con la iniciativa del senador republicano Lindsay Graham, que anunció el miércoles que impulsará un paquete de sanciones que afectaría a cualquier activo en EE.UU. de los líderes turcos, incluido Erdogan, además de prohibir la asistencia y ventas militares a Turquía.

Graham, uno de los principales aliados de Trump en el Senado, ha sido muy crítico con la decisión del mandatario de retirar las tropas estadounidenses de Siria ante la ofensiva militar turca contra las milicias kurdosirias, pero el mandatario defendió vehementemente su postura.

Preguntado por qué hará si la ofensiva turca "extermina" a los kurdos en el norte de Siria, Trump respondió: "Aniquilaré su economía si eso ocurre, ya lo hice una vez con el pastor (estadounidense Andrew) Brunson", cuyo arresto llevó a Washington a imponer sanciones a Ankara que fueron levantadas tras su liberación.

Trump dijo que le "gustan" los kurdos de Siria, pero argumentó que no tiene ninguna obligación de protegerlos porque no combatieron junto a Estados Unidos contra la Alemania nazi. "No nos ayudaron con la Segunda Guerra Mundial. No nos ayudaron con Normandía", alegó el mandatario.

Invasión del norte de Siria

Turquía anunció oficialmente el miércoles el comienzo de su operación militar en el norte de Siria contra las milicias kurdosirias, a las que considera "terroristas" por sus vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurdo-turca activa en Turquía.

Turquía aspira a controlar una franja adyacente a la frontera siria de 32 kilómetros de ancho y 480 de largo, desde el Éufrates hasta Irak, un territorio hasta ahora dominado por las Unidades de Protección Popular (YPG), columna vertebral de la alianza kurdosiria FSD, que ha establecido de facto una administración local.

Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) denunciaron que al menos ocho personas, entre ellos cinco civiles, han muerto hasta ahora por los bombardeos del Ejército turco contra el norte de Siria.

Reunión del Consejo de Seguridad de la ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia este jueves para abordar la ofensiva turca en el noreste de Siria. La cita se producirá en respuesta a una solicitud de Francia, el Reino Unido, Alemania, Bélgica y Polonia, los cinco países de la Unión Europea (UE) que se sientan actualmente en el Consejo de Seguridad, según esas mismas fuentes.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado sentirse "muy preocupado" por los últimos acontecimientos en el noreste de Siria, según dijo este miércoles un portavoz, pero sin embargo prefirió no condenar explícitamente la ofensiva lanzada por Turquía.

El Gobierno de Alemania condenó este miércoles el movimiento y pidió a Ankara que defienda sus intereses por la vía diplomática y no con las armas. En un comunicado, el titular alemán de Exteriores, Heiko Maas, consideró que la acción empeora la situación de la región y puede convertirse en un balón de oxígeno para los islamistas del Estado Islámico (EI).

El martes, Francia había alertado en la ONU del "impacto humanitario significativo" que podría tener la ofensiva y de las consecuencias en la batalla contra el EI. "La lucha contra Daesh no se ha terminado", dijo a los periodistas el embajador francés ante Naciones Unidas, Nicolas de Riviére.

La decisión de Turquía llega después de que Estados Unidos anunciase la retirada de sus tropas de la zona, donde hasta ahora habían dado respaldo a las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG), que dominan el noreste de Siria y que fueron las principales encargadas de arrebatar el área al EI.