Más de 130.000 personas han dejado sus hogares en las localidades nororientales sirias de Tell Abiad y Ras al Ain desde que a mediados de esta semana comenzara la ofensiva turca en la zona, informó este domingo la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Algunos de ellos fueron recibidos por sus familiares en otras localidades, pero muchos se han guarecido en escuelas o refugios colectivos en ciudades como Tal Amr, Hasakeh o Raqa (la que fuera capital de facto del Estado Islámico hasta 2017), señala Naciones Unidas.
Según la oficina humanitaria de la ONU, unas 400.000 personas en la zona podrían necesitar asistencia y protección en los próximos días.
Naciones Unidas también alertó de que los hospitales públicos y privados de Ras al Ain y Tell Abiad cerraron sus puertas el viernes, 11 de octubre, y que más de 400.000 personas han quedado sin abastecimiento de agua en la zona de Hasakeh, incluidos 82.000 habitantes de los campos de refugiados de Al Hol y Areesha.
Turquía intensifica los ataques en el norte del paísEl ejército turco intensificaba su operativo en el norte de Siria la noche de este sábado, sobre todo en las cercanías de la estratégica ciudad sirio-kurda de Ras al Ain, que asegura haber tomado.
La prensa local informa este domingo de más actividades de la fuerza aérea turca sobre la cercana ciudad fronteriza de Akçakale, donde el ejército ha reforzado su presencia con un nuevo convoy de tanques y de otro material pesado.
El fuego de artillería turco continuaba a primera hora de la mañana de este domingo, sobre todo desde esa ciudad, situada a pocos cientos de metros de la frontera siria.
Un indicio de que el ejército turco espera más combates en la zona es que las autoridades de varias ciudades fronterizas han decretado el cierre de los colegios durante al menos tres días a partir de mañana, lunes.
Al menos 18 civiles muertos y un centenar de heridosEn respuesta a los ataques del ejercito turco, unos 300 proyectiles de las milicias sirio-kurdas YPG han caído hasta ahora en diferentes puntos del sur de Turquía, causando 18 muertos y un centenar de heridos, todos civiles.
Además, han muerto hasta ahora cuatro soldados turcos, a cuyos entierros han asistido decenas de miles de personas.
El Gobierno turco aseguró este domingo que durante su ofensiva en el norte de Siria, iniciada el pasado miércoles, ha "neutralizado" (es decir, abatido, detenido o herido) a 480 combatientes de las milicias sirio-kurdas YPG.
"Los operativos en el marco de la ofensiva 'Fuente de Paz' continuaron durante la noche con éxito, con apoyo de fuego desde la tierra y el aire, incluyendo drones", señaló el Ministerio de Defensa turco en un comunicado.
Críticas internacionales a TurquíaTurquía, que entra este domingo en el quinto día de la ofensiva, enfrenta cada vez más críticas desde el exterior, tanto de sus socios occidentales en la OTAN como de la Liga Árabe.
Francia y Alemania anunciaron este sábado que dejarán de vender armamento a Turquía mientras continúe el operativo, calificado por la Liga Árabe como una "invasión" de un país soberano árabe.
Decenas de miles de personas, en su mayoría kurdos, han huido hasta ahora de sus casas ante el avance de las tropas turcas.
Por otra parte, el Gobierno de Turquía informó este domingo de que el presidente Recep Tayyip Erdogan habló el sábado por la noche con el primer ministro británico, Boris Johnson, para explicarle los objetivos del operativo.
Según la prensa turca, el líder británico le expresó "la fuerte preocupación del Reino Unido sobre el operativo militar turco".
La oficina de prensa de la presidencia turca indicó que Erdogan le respondió a Johnson que "el operativo continuará hasta que las amenazas de las YPG y del Estado Islámico hayan sido eliminadas por completo en el norte de Siria".
Asimismo, el mandatario islamista turco insistió en su idea de "proveer a los sirios (refugiados en Turquía) un retorno voluntario y seguro a sus tierras".
En el marco de "Fuente de Paz", Turquía pretende preparar el terreno para asentar en la zona que controlen sus fuerzas en el norte de Siria hasta dos millones de los 3,6 millones de refugiados que acoge en estos momentos.
Los críticos del Gobierno turco alegan, sin embargo, que un traslado de población árabe siria cambiaría la demografía en esa región, habitada en gran medida por kurdos.