El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado que sus tropas están patrullando, entre las fuerzas turcas y sirias, territorio del norte de Siria, zona de la que Estados Unidos se retiró la semana pasada. "La policía militar rusa continúa patrullando la frontera noroeste del distrito de Manbech a lo largo de la línea de contacto entre las fuerzas armadas de la República Árabe de Siria y las fuerzas armadas de Turquía", ha explicado Moscú.

Según un mapa publicado por la cartera rusa, cuyos efectivos cumplen misiones militares y de observación en la nación árabe, el Ejército sirio controla ahora la ribera del Éufrates al oeste de la ciudad, en una extensión de 1.030 kilómetros.

 De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, previamente las fuerzas del Gobierno sirio se desplegaron en la zona y tomaron Manbech, después de que los militares estadounidenses que se encontraban en sus bases al noroeste de la urbe se marchasen rumbo a Irak.

El pasado 9 de octubre, Ankara inició una invasión militar para expulsar del noreste de Siria al YPG, antiguo aliado de EEUU en la lucha contra el ISIS, pero a las que Turquía considera una organización terrorista. Además, el domingo, Damasco llegó a un acuerdo con las autoridades kurdas para repeler el ataque de Turquía y recuperar el territorio conquistado hasta ahora por los soldados turcos y sus aliados.

No obstante, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha insistido en  que seguirá adelante con su plan de hacerse con el control de una franja del noreste de Siria, incluyendo Manbech, cabeza de puente de las milicias kurdas al oeste del Éufrates. En este sentido, Erdogan ha asegurado que la operación militar en el noreste de Siria proseguirá hasta que "la amenaza terrorista sea eliminada".

"En siete días de operación hemos limpiado de terroristas mil kilómetros cuadrados de territorio. Garantizamos la seguridad de nuestras fronteras", ha explicado el presidente turco durante la VII cumbre de países turcomanos que tiene lugar en Bakú.