El plazo de cinco días dado a las milicias kurdas de Siria para que se retiren de la frontera turca expira hoy a las 19.00 GMT, con Turquía amenazando con retomar su ofensiva militar si no cumplen lo acordado, al tiempo que negocia con Rusia la situación de sus tropas en suelo sirio
"Casi ha terminado el período (de alto el fuego) de 120 horas", recordó el lunes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, adelantando que tratará sobre la situación actual y los pasos que deben darse ahora en la reunión que mantiene hoy con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la ciudad rusa de Sochi.
Hoy a las 19.00 GMT termina la tregua acordada entre Ankara y Washington para que las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Turquía considera un grupo terrorista y contra las que lanzó una ofensiva el 9 de octubre en Siria, se retiren de una franja de 32 kilómetros desde la frontera turca.
Turquía ha insistido en que si esa retirada no se produce en su totalidad, la invasión turca continuará, independientemente del parecer de Rusia, el gran aliado del presidente sirio, Bachar Al Asad, en la guerra civil que desangra el país desde hace ocho años.
"Si queda algún miliciano en la región a las 22.01, quedará fuera de combate con una operación militar. No se dará tiempo adicional", amenazó el Ministerio turco de Defensa en un comunicado.
Las fuerzas kurdas ya han acatado una parte del acuerdo y se han retirado de la ciudad de Ras al Ain.
Analistas turcos aseguran que unos 1.000 miembros de las YPG han abandonado desde el inicio de la tregua la región fronteriza donde Turquía concentró su ataque.
Erdogan tendrá que discutir con Putin sobre la situación de las distintas tropas sobre el terreno, especialmente después de que los kurdos pactarán una alianza con Al Asad para detener la ofensiva turca.
"Las Fuerzas del régimen están presentes en algunas zonas de la operación antiterrorista turca. Discutiré este asunto con Putin", señaló Erdogan recientemente.
Erdogan ha afirmado en más de una ocasión que no se opondría a la presencia del Ejército de Asad en esta región, siempre que se garantice la salida de las YPG, que controlan la zona desde 2015.
Hasta el reciente anuncio de salida de sus tropas de la zona, Estados Unidos había apoyado con armas y logística a las YPG en su lucha contra el yihadista Estado Islámico.
El Gobierno ruso ya aseguró ayer que las estructuras de poder kurdo tendrán que integrarse en la "legalidad de Siria", oponiéndose así a la creación de una entidad autónoma kurda en el país árabe, como ya existe en Irak.
Irán, también aliado de Asad, ha reclamado que Turquía respete la soberanía de Siria.