El Gobierno de Afganistán presentó este martes de manera oficial su nuevo plan para alcanzar un acuerdo de paz duradero con los talibanes, a los que exige un alto el fuego previo a cualquier conversación e incluye negociaciones con Estados Unidos y la OTAN.
El Ejecutivo exigirá a los insurgentes un alto el fuego antes de iniciar cualquier negociación, con objeto de que demuestren que mantienen el control sobre todos sus combatientes, advirtió en una rueda de prensa en Kabul Hamdullah Mohib, asesor de Seguridad Nacional del presidente afgano, Ashraf Ghani.
"En el pasado no teníamos esa precondición, pero esta vez sugerimos un alto el fuego de un mes antes de sentarnos a negociar", dijo Mohib, quien recordó que durante las negociaciones entre los talibanes y Estados Unidos en Catar, "algunos comandantes talibanes se unieron al (grupo yihadista) Estado Islámico", lo que hace dudar al Gobierno sobre el control talibán de sus combatientes.
Asimismo, indicó que antes de hablar con los talibanes, el Ejecutivo necesitará negociar con la comunidad internacional, particularmente con EEUU y la OTAN, "para tener la claridad sobre cómo nuestros socios internacionales quieren continuar su asociación con Afganistán", explicó.
El plan, redactado en tres partes y siete puntos, comprende aspectos de los acuerdos de paz de los últimos cinco años y todavía debe ser consultado con la comunidad internacional y aprobado por las élites afganas y figuras influyentes, entre las que habrá miembros del Parlamento.
La primera parte del documento hace referencia a los términos de negociación, la segunda al consenso regional y global y la tercera alude a las buenas prácticas de gobierno en la consecución del plan.
Mohib también explicó que el Gobierno afgano deberá negociar con Pakistán para tener la "garantía" del país vecino de que no continuará apoyando a los grupos insurgentes una vez alcanzado el acuerdo de paz con los talibanes.
"El Estado Islámico puede ser el sucesor de los talibanes en el futuro" ya que "durante las negociaciones con EEUU tuvimos informaciones de inteligencia de que algunos comandantes se pasaron al Estado Islámico, así que para nosotros, la paz debe significar el fin de la guerra", insistió Mohib.
El asesor gubernamental aseguró que el plan fue compartido con los estadounidenses, europeos y otros países para recabar sus opiniones y, según él, la estadounidense "no fue negativa" y la UE "dio la bienvenida al plan y piensa que es bueno", por lo que se ofreció a "cooperar".
La presentación de este plan llega después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, cancelara en septiembre de manera abrupta el diálogo con los talibanes tras nueve rondas de negociaciones en Doha después de un atentado en Kabul en el que murió un estadounidense.
Además esta semana tenía previsto celebrarse en Pekín un diálogo interafgano entre una delegación de los talibanes y miembros destacados de la sociedad civil afgana, pero de forma repentina China pidió posponerlo "unos días" sin dar más explicaciones.
La guerra en Afganistán continúa con niveles muy altos de violencia, sin que parezca que la vía de las armas logrará poner fin a dieciocho años de conflicto desde la invasión estadounidense en 2001.