China calificó hoy de "vergonzosas" las críticas de algunos países occidentales que denuncian supuestas detenciones arbitrarias, vigilancia y otras violaciones contra los uigures y otras minorías en la región de Xinjiang (noroeste).

Asimismo, volvió a defender la existencia de "centros de formación vocacional" para "educar a aquellos influidos por el extremismo religioso" que, según las organizaciones de derechos humanos, son en realidad lugares de confinamiento para un millón de uigures y otras minorías musulmanas.

"En los últimos tres años no ha habido ni un sólo incidente violento en Xinjiang. La gente allí disfruta de estabilidad, solidaridad, una vida de armonía.

Se sienten realizados, felices y seguros. Ahora tienen derecho a una vida mejor", señaló hoy el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores Geng Shuang.

Según el Gobierno chino, Xinjiang, región vecina a Asia Central y ligada culturalmente a los pueblos de esa zona, ha sufrido en las últimas décadas acciones terroristas, una situación que llevó al país a implementar un duro plan de seguridad.

Esta visión se opone a la posición expresada hasta ahora por buena parte de la comunidad internacional: "Instamos al Gobierno chino a que respete sus leyes y compromisos internacionales y respete los Derechos Humanos, incluida la libertad religiosa", expresó este martes la representante británica ante Naciones Unidas, Karen Pierce, en un comunicado conjunto firmado por 23 países.

Entre ellos figuran Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Francia, Alemania, Japón o Canadá.

El portavoz chino, además de criticar este informe de "un pequeño grupo de países que distorsionan los hechos", señaló hoy que "más de 60 países han aplaudido la actuación de China en Xinjiang" y destacado sus "esfuerzos contra el terrorismo y la lucha contra la radicalización".

"Criticar a China no es popular y acaba en vano. Estados Unidos, Reino Unido y demás países deben dejar de interferir en los asuntos internos de otros países bajo el pretexto de los Derechos Humanos. Lo que tienen que hacer es autocrítica y contribuir al desarrollo de esta causa", aseveró Geng.

Asimismo, aseguró que no es cierto que China impida a diplomáticos, periodistas y figuras religiosas visitar la controvertida región: "Xinjiang es un área abierta y todos ellos son bienvenidos", indicó.

"Esperamos que puedan ver Xinjiang con sus propios ojos (...) Eso sí, quienquiera visitar la región debe estar en comunicación con las autoridades chinas... hay ciertos procedimientos que se deben cumplimentar en primer lugar", afirmó el portavoz.

Según Geng, aquellos que han visitado la región "han visto cosas completamente diferentes a lo que se describe en los medios occidentales".

"Hay algunos países que dicen que China impide a cierta gente visitar Xinjiang. Pero al mismo tiempo presionan a quienes la visitan. Es inapropiado, muestra que hay una agenda política detrás", argumentó el portavoz.