El Consejo de Seguridad de la ONU extendió este lunes por otros seis meses el mandato de la misión de observadores en la ciudad yemení de Al Hudeida, un puerto clave en el conflicto en el país.

Por unanimidad, los quince países del Consejo respaldaron una propuesta británica para dar continuidad a esta operación, que se encarga de supervisar el alto el fuego en la zona.

La presencia de Naciones Unidas tiene también como objetivo apoyar la implementación de los acuerdos alcanzados entre el Gobierno de Yemen y los rebeldes hutíes en diciembre de 2018 en Estocolmo, que frenaron una escalada aún mayor de la guerra.

La desmilitarización del puerto de Al Hudeida era una de las partes clave de esos pactos, cuya aplicación ha estado en todo momento complicada por numerosos obstáculos.

Al Hudeida, en zona controlada por los hutíes, es la principal puerta de entrada en el país de bienes y ayuda y la ONU ha advertido repetidamente de que una batalla por el estratégico enclave desataría una enorme crisis humanitaria en un país ya devastado por la guerra.

La misión de la ONU, conocida por las siglas UNMHA, está compuesta por hasta 75 observadores y personal de apoyo y comandada por el teniente general retirado del Ejército indio Abhijit Guha.

El conflicto yemení estalló a finales de 2014 cuando los rebeldes ocuparon Saná y otras provincias del país y expulsaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, hoy exiliado en Arabia Saudí.

Arabia Saudí y sus aliados árabes intervienen militarmente en el conflicto desde marzo de 2015 para tratar de derrotar a los hutíes, apoyados por Irán, y restituir al dirigente exiliado.