"Esto es la continuidad del proceso y quienes queríamos una alternativa que profundice de manera mucho más radical la democracia perdimos por el 62%". Con estas palabras el presidente chileno, Gabriel Boric, dejaba entrever su resignación con el acuerdo alcanzado entre las fuerzas políticas chilenas que fija las bases del nuevo proceso constituyente.
Tuvieron que pasar tres meses de intensas negociaciones, tras el apabullante triunfo del rechazo en el plebiscito constitucional del 4 de septiembre, para lograr un acuerdo que, finalmente, suscribieron el 12 de diciembre 14 partidos y movimientos, desde la derecha más conservadora hasta el Partido Comunista.