Los cementerios están llenos de músicos que fallecieron antes de lo previsto. Y las librerías se siguen llenando de biografías que glosan y a veces glorifican la estrecha relación entre música, alcohol y drogas. Bodies. Vida y muerte en la música (Liburuak), del periodista británico Ian Winwood, va un paso más allá e intenta explicar el porqué de este vínculo. “Nunca se unen los puntos; se trabaja caso por caso y nunca se cuenta la historia completa. Así que ahí va. Hay algo que falla sistemáticamente en el mundo de la música.
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