El presidente de Portugal, bajo sospecha de acelerar dos tratamientos médicos de dos millones de euros

El presidente de la República de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, está siendo acusado de haber interferido en 2019 para facilitar un tratamiento médico valorado en cuatro millones de euros para dos bebés gemelas de origen brasileño que padecen de atrofia muscular espinal.

El caso –que la presidencia argumenta que siguió el curso normal y es similar a otros procesos– adquiere otra dimensión porque la solicitud se hizo con un email enviado por el hijo de Rebelo de Sousa a su propio padre y dio lugar a procedimientos acelerados y tratamientos diferenciados.

La Fiscalía ya ha abierto una investigación contra "personas inciertas" para averiguar lo ocurrido.

El caso fue revelado por el canal de televisión TVI el 3 de noviembre. Dos gemelas nacidas en 2018 en Brasil se convirtieron en ciudadanas portuguesas en 14 días, muy por debajo de los 29 meses de media que tardan en aprobarse las solicitudes de nacionalidad en lo que se considera un proceso normal. La familia de las gemelas tenía una relación de amistad con la esposa del hijo de Rebelo de Sousa y fue el propio hijo quien informó del caso al presidente.

Según la cronología de los hechos revelada por el medio de comunicación, poco después de que Rebelo de Sousa recibiera el correo electrónico de su hijo con información sobre el caso de las gemelas –el 21 de octubre de 2019–, en el que se indicaba que aún no había respuesta del Hospital de Santa María, en Lisboa, pese a la insistencia de la familia, el presidente pide a la entonces asesora de la Casa Civil de Presidencia, Maria João Ruela, que se ocupe del asunto y se ponga en contacto con el hospital.

La respuesta llegó en apenas dos días. Se estaban analizando más casos y todo dependería de la decisión médica del hospital y de la autoridad nacional de los medicamentos. 

A finales de octubre, la presidencia envió una carta al Gobierno en la que concluía que, si no se administraba el medicamento Zolgensma, las gemelas luso-brasileñas morirían. El 5 de noviembre, el gabinete del primer ministro António Costa transmitió la carta al Ministerio de Sanidad y el proceso siguió adelante. De acuerdo con TVI, en el Hospital de Santa María hay oposición a la administración del fármaco, con un grupo de médicos entregando una carta a la administración diciendo que el tratamiento de cuatro millones de euros no era el más adecuado para este caso.

La primera consulta para las gemelas tendría lugar el 5 de diciembre de 2019. El entonces secretario de Estado de Sanidad, António Lacerda Sales, fue el encargado de solicitar la primera consulta, pero dice que ya no recuerda haberla solicitado, aunque los registros así lo demuestran.

En marzo, la solicitud del hospital para comprar el fármaco llegó a la autoridad de los medicamentos, y la autorización se obtuvo un día después. Las dos dosis solicitadas del medicamento –por valor de unos 1,9 millones de euros cada una– se administrarán a las gemelas el 23 de junio de 2020.

Además de la administración del medicamento, el Hospital de Santa María compró sillas eléctricas para las gemelas por valor de unos 64.000 euros. Se trata de una prueba más que demuestra lo anormal de este caso, ya que no es práctica habitual del sistema nacional de salud portugués ofrecer este tipo de beneficios a los usuarios.

El pasado lunes, Marcelo Rebelo de Sousa convocó a los periodistas a una rueda de prensa en la que admitió que se había enterado del caso de las gemelas a través de un email de su hijo, algo que no admitió en un primer momento.

Rebelo de Sousa dice también que ha entregado toda la correspondencia relativa a este caso a las autoridades judiciales. En los últimos días, la presidencia de la República y el Gobierno han intentado justificar este proceso como un caso normal, argumentando que todos los días llegan peticiones de ayuda que se remiten a los servicios competentes.

Este caso se produce en un momento en el que Portugal se enfrenta a una crisis en el sistema público de salud, donde las listas de espera se alargan debido a la falta de médicos, cada vez más atraídos por los salarios más altos del sector sanitario privado.  

El jueves, el Partido Socialista rechazó la petición de comparecencia urgente en el Parlamento de la entonces secretaria de Estado de Sanidad, Lacerda Sales, y de la entonces ministra con la misma cartera, Marta Temido. Los socialistas se defienden diciendo que los dos exgobernantes ya no están en funciones, pero los liberales de Iniciativa Liberal ya han garantizado que presentarán una petición potestativa, un mecanismo legal que fuerza la solicitud. Los socialistas solo querían oír al actual ministro, Manuel Pizarro, y al presidente del centro hospitalario de Lisboa-Norte, donde fueron atendidas las gemelas.

El caso también llega en un momento en el que la popularidad de Marcelo Rebelo de Sousa ha caído a mínimos en los sondeos después de convocar elecciones anticipadas para resolver la crisis política abierta con la dimisión del primer ministro, António Costa, tras verse salpicado en una investigación en un caso de irregularidades en negocios de litio e hidrógeno.