“Con el streaming el CD ha perdido valor”, asegura Iñigo Guardamino, del departamento de ventas físicas de Altafonte. “En España sigue habiendo gente que se compra el CD de María Dolores Pradera para ponerlo en casa por Navidad, pero sobre todo se están vendiendo ediciones especiales, que incluyen un DVD o un libro. Casi todos los CDs que nosotros sacamos son artículos de lujo, con un montón de fotos y otros elementos. Sin embargo, el vinilo es una edición especial en sí mismo. La persona que compra vinilo está haciendo una declaración de intenciones. Tiene algo cool, de status”.
Daniel Forés, de la tienda de discos madrileña Marilians, lo tiene claro: “Llevamos dos años con el proyecto y desde el principio tuvimos claro que íbamos a trabajar sólo con vinilo. El CD es un formato que está un poco en desuso porque las plataformas digitales te dan el mismo sonido. También por las posibilidades que te da el formato, a nivel de diseños, colores… Al fan de la música le gusta el coleccionismo. La gente que compra físico está yendo al vinilo”.
Las compañías discográficas, tanto major como indies, están apostando más por el vinilo. Promusicae ha comenzado este año a publicar una lista semanal de ventas de vinilos en nuestro país y, salvo algunas curiosidades excepcionales, los primeros puestos los ocupan artistas actuales como C. Tangana, Dua Lipa o Harry Styles. Muchas de las novedades salen directamente en este formato y hay mucha recuperación o rescate de catálogo.
“Los vinilos son caros de fabricar“, explica Guardamino y añade: “Pero el margen que se lleva la distribuidora y el artista es más grande. Además las ediciones especiales se revalorizan más”. No hay más que echar un vistazo a la web Discogs (el mayor portal de venta de discos de segunda mano del mundo) para comprobar como cada mes se venden ediciones descatalogadas por cifras que llegan a alcanzar los cuatro dígitos.
Incluso se percibe un mayor interés por parte de los jóvenes que ven cómo sus artistas favoritos prefieren lanzar en vinilo: “Nuestro público es muy joven”, cuenta Forés, y aclara que “parece que el vinilo lo compra la gente más mayor, que compra segunda mano… pero nuestro público está entre los 25 y los 35 años. Vienen de forma asidua y compran discos nuevos, lanzamientos de artistas emergentes, 7 pulgadas… No sólo se venden vinilos de los Beatles y los Stones. Se venden discos de Sen Senra, Carolina Durante, El Buen Hijo… El disco de Zahara, por ejemplo, se agotó en menos de un mes y era una tirada grande. Así que hay que comprar rápido porque se agotan y se tarda mucho en volver a fabricar. Estamos hablando de plazos de 4 o 5 meses para sacar una nueva tirada. En ese sentido yo sí creo que el vinilo está en auge”.
Justamente este sábado 17 de julio se celebra (por segunda vez en 2021) el Record Store Day, un evento para celebrar la cultura de las tiendas de discos independientes y el arte. Cada año cientos de artistas y sellos discográficos se suman a la causa publicando ediciones exclusivas para la ocasión.
Es posible que la liturgia de escuchar discos de vinilo esté ganando adeptos, pero la realidad es que el streaming sigue siendo de lejos el principal sustento de la industria discográfica, generando el 88% de los ingresos totales obtenidos. “Yo escucho música en Spotify y se oye bien, decente”, confiesa Guardamino y añade: “En Itunes o plataformas de streaming pata negra se oye mejor. Y en vinilo se oye mejor todavía. Pero si tú lo que quieres es escuchar trap con tus amigos en un parque, lo vas a escuchar en el móvil. Lo que está claro es que tener un disco en físico genera un mayor vínculo con el artista. Tiene un valor sentimental. Yo empecé a trabajar con vinilos hace aproximadamente 15 años y entonces ya se decía que a la música en físico le quedaban dos telediarios… y aquí seguimos 15 años más tarde. Siempre va a haber un nicho de gente que quiere 'tocar' la música”.