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Andrés Gutiérrez Usillos, novelista y director del Museo de América: "Los ritos funerarios se pueden explicar sin exhibir restos humanos"

Este encargo es el punto de partida de La conjura de la rueda (Suma de letras), la novela en la que Andrés Gutiérrez Usillos ha abordado los alzamientos indígenas, el papel de la mujer, la amenaza de los piratas, la esclavitud, los abusos y la transexualidad presentes en este periodo. El investigador y conservador ha escrito el libro en los periodos de vacaciones de su labor como director del Museo de América, cargo que ostenta desde hace dos años.

Fue ya durante su mandato cuando el ministro de Cultura Ernest Urtasun anunció su compromiso para descolonizar los museos estatales, entre los que se encuentra el de América. En este puso en marcha el pasado verano un comité asesor que elaborará una guía para su renovación. En este proceso entró en escena el Gobierno colombiano, que envió una carta formal al español para reclamar la devolución del Tesoro de los Quimbayas, que alberga la institución que regenta en Madrid. El conservador explica que el Ministerio les encargó una serie de informes que ellos remitieron, pero el Tesoro continúa en sus vitrinas: “La preocupación es más política que real”.

Comenta en las notas finales que escribir esta historia le ha permitido ahondar más en una época determinada y las personas que vivieron en ellas. ¿Hay algo de ejercicio de justicia?

La novela permite abordar desde la intrahistoria. Cuando hablamos de los grandes acontecimientos de la historia, siempre hay unos protagonistas que desarrollan una serie de acciones, y aquí está más la vida doméstica, que también permite hablar de temas importantes; como la esclavitud, la presencia de otros géneros o la corrupción.

Tanto en la novela como en el Museo, habla de gente que nunca va a poder contarse a sí misma, ¿cómo es este ejercicio?

Solemos hacer las exposiciones a partir de los objetos. Muchas veces no sabemos ni a quién pertenecen ni qué vida tuvieron. Están sus cualidades estéticas y artísticas, pero no sus biografías. En la exposición que hicimos en 2018 sobre María Luisa de Toledo [a partir del retrato María Luisa de Toledo y una indígena, de la que fue la hija del Marqués de Mancera y ahora también protagonista de su novela] sí, ya que encontramos su inventario y con los objetos que tenía reconstruimos el ajuar que había traído de México.

Lo bonito fue que, a raíz de la exposición, una investigadora nos informó de que había un arcón comprado en la colección del alemán Rudolf Gerstenmaier, que tenía los escudos del Marqués de Mancera. Él lo había comprado como si fuera español, pero ella vio que era de México. Nos lo prestó y lo expusimos durante un tiempo. Después de la muerte del coleccionista retomamos las conversaciones con su heredero y lo compramos hace dos meses. Todavía no se puede ver, pero será pronto porque es una pieza muy interesante.

¿Cómo está siendo el trabajo de descolonización del Museo de América?

Estamos en un proceso de cambio, que simplemente es una adaptación a la sociedad. El discurso del museo tiene 30 años, imagina los planteamientos que había en la España de los 80. Hoy en día, cualquier película y serie abordan temáticas como la diversidad con una naturalidad que se tiene que reflejar en otros aspectos, ya sean la novela o el discurso de los museos, que muchas veces se quedan obsoletos porque la sociedad avanza mucho más rápido. Si un discurso está planteado para unas personas determinadas, que hoy son muy diferentes y con otras inquietudes; no está satisfaciendo de la misma manera.

¿Es necesario hacer una adecuación? Claro que sí, pero también en la novela. A lo mejor hace diez años era raro que en un libro, la televisión o el cine no hubiera personas transgénero, o que estuvieran caricaturizadas. Entonces, eso que podemos ver en el cine, la literatura, las artes, ¿por qué no se va a reflejar en los museos? Un museo se puede crear en una época determinada, pero la que le da sentido es la sociedad viva, la del momento.

Los discursos de los museos se quedan obsoletos porque la sociedad avanza mucho más rápido

Andrés Gutiérrez Usillos — Novelista y director del Museo de América

¿Y esto cómo se aterriza? El año pasado cambiaron 200 cartelas, ¿qué más se está haciendo?

Piensa que el museo se inauguró en 1994 y que los textos de las cartelas se empezarían a redactar unos años antes. Me pareció curioso que cada vez hay más evidencias de la participación de la mujer en esferas vedadas, de que los puestos que ocupaban también pertenecían a la esfera presuntamente masculina, como la guerra.

Cuando te das cuenta de estas cosas y analizas las cartelas, ves que la perspectiva con la que fueron redactadas está sesgada. El conocimiento avanza constantemente y, a medida que vamos conociendo cosas nuevas, tenemos que revisar lo que hemos hecho. Ser conscientes de qué hemos contado, si lo podríamos haber hecho de otra manera y qué nos falta por contar.

Andrés Gutiérrez Usillos, durante la entrevista por su novela Andrés Gutiérrez Usillos, durante la entrevista por su novela 'La conjura de la rueda'

Muchas veces se habla de los pueblos indígenas como si ya no existieren, ¿usted ha contactado con ellos para escribir el libro o como parte del trabajo en el museo?

Mi formación es más de arqueología. He trabajado sobre todo en Ecuador, sobre sus culturas prehispánicas, no he tenido contacto con comunidades actuales. Lo que sí que es importante, y por eso en el libro he entrado en el mundo virreinal, es que el mundo indígena no termina ni en 1942, ni en 1521 con la Conquista de México, ni en 1532 con la de Perú.

La semana pasada se generó debate en torno a la exhibición, por primera vez en la historia, de los restos de Santa Teresa en una basílica de Salamanca. La liturgia es distinta, pero su muestra contrasta con otro debate en torno a los museos, respecto a si deben o no exponer restos humanos.

No todos los museos han reaccionado, hay algunos de arqueología provinciales que siguen exhibiendo restos de cistas, romanos, huesos de niños incluso. La sensibilidad es distinta, porque no es lo mismo exponer a Santa Teresa, que es de Ávila y puede ser antepasada nuestra, que a alguien que es de otro sitio, con unas tradiciones funerarias diferentes, e incluso descendientes. A lo mejor nosotros no identificamos a quién pertenece un tocado, pero sus bisnietos sí por las plumas o el emblema. Ahí surge un conflicto. No nos estamos exponiendo a nosotros mismos, sino a otras personas con costumbres distintas que se pueden sentir ofendidas.

No es lo mismo exponer a Santa Teresa, que es de Ávila y puede ser antepasada nuestra, que a alguien que es de otro sitio, con unas tradiciones funerarias diferentes y que se puede sentir ofendido

Andrés Gutiérrez Usillos — Novelista y director del Museo de América

¿Han retirado todas las momias del Museo de América?

Sí. Teníamos dos fardos funerarios que hemos retirado, y ya habíamos quitado las cabezas reducidas. Hay que pensar cómo se exhiben este tipo de objetos. Las tenemos en los almacenes, en una cámara especial con aclimatada por si viene algún investigador o en algún momento se replantea alguna situación.

¿Qué aporta exhibir los restos humanos?

Es que, ¿qué podemos contar con restos humanos que no se pueda contar de otra manera? No hay una explicación de la forma de embalsamar o de conservar los restos, que igual darían para decir que necesitas exponerlo porque estás hablando del cuerpo. Pero si esto hablando de los rituales funerarios, los puedo explicar de otra manera. Tiene que haber una evolución porque el museo intenta dar respuesta a planteamientos o problemáticas de la sociedad a la que presta un servicio, porque somos un servicio público.

¿En qué punto está la reclamación por parte de Colombia de la devolución del Tesoro de los Quimbayas?

Nosotros hemos informado, el Ministerio ha dado su opinión al respecto.

No, el Ministerio no ha dicho nada.

El problema de la sociedad contemporánea, aparte de la polarización, es la politización. Los museos deberíamos estar al margen de los problemas políticos. Nuestro objetivo no es la política, es la sociedad.

Una de las piezas del Una de las piezas del 'Tesoro de los Quimbayas' expuesta en el Museo de América de Madrid

Como director del Museo de América, ¿le preocupa que haya más reclamaciones?

Es que no ha habido. Solamente hay que revisar la historia de las colecciones. E investigar y ver si hay una serie de criterios que estén determinando, igual que se ha hecho la restitución de objetos incautados en la Guerra Civil o con los alemanes con el expolio nazi. Eso es fácil de plantear cuando hablamos de hace sesenta años, cuando hablamos de hace 200 es más complicado.

¿Hasta qué punto ha sido importante la disparidad de opiniones respecto a cómo llegó el Tesoro de los Quimbayas a España?

Llevamos trabajando con Colombia desde hace dos años con distintos temas, con conferencias, seminarios, y una exposición pendiente virtual sobre Quimbaya; y no ha surgido este asunto. Es más una preocupación política que real.

La preocupación por el Tesoro de los Quimbayas es más política que real

Andrés Gutiérrez Usillos — Novelista y director del Museo de América

¿Cómo aterrizó la petición del Gobierno colombiano en el Museo?

Nos pidieron informes y cada vez que se nos ha pedido, hemos informado. Esto no es algo de ahora, es una petición histórica.

El Tesoro sigue en el Museo.

Sí. De verdad que ha sido más una alarma que se ha generado. Entiendo también que a veces no contamos o explicamos las cosas suficientemente, o no somos explícitos hablando y eso genera más dudas todavía.

Precisamente por esta falta de información por parte del Ministerio de Cultura pensamos que la devolución seguía en el aire.

En el nivel en el que estoy yo, no. Ahora, no puedo asegurarte que no ya otros niveles en los que se esté planteando o discutiendo. Trabajando con Colombia no ha surgido este problema. A nivel político, no sé. Nos llegará una petición de informes si es que se sigue debatiendo este tema.

El novelista Andrés Gutiérrez Usillos, autor de El novelista Andrés Gutiérrez Usillos, autor de 'La conjura de la rueda'

¿Qué les pedían en los informes? ¿Qué no se había investigado hasta ahora?

Se hizo una investigación en profundidad con investigadores de Colombia en 2016, con la que se publicó un catálogo con el CSIC. Siguen saliendo cosas nuevas y se van incorporando. Si nos pidieran otro informe a lo mejor tendríamos nueva información que aportar, pero tampoco cambiaría gran cosa a lo que se ha dicho previamente, porque el hecho es el hecho.

¿Saben si el Gobierno español ha respondido formalmente a la petición?

No.

¿El Gobierno de Colombia se ha puesto en algún momento en contacto con ustedes?

No, además que no tendría sentido. Nosotros no tenemos la capacidad de decidir si una pieza es o no patrimonio del Estado. Las piezas que están en el museo, lo son, inembargables, imprescriptibles e inalienables. No se pueden vender y no se pueden destruir. Los museos, como responsables, tenemos la custodia de ese patrimonio. No nos podemos deshacer de él.

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