La OPEP intenta este viernes en Viena convencer a Rusia y otros productores independientes de recortar la oferta de crudo en 1,5 millones de barriles diarios (mbd) -cerca del 1,5 % de la producción mundial- para hacer frente al retroceso del consumo petrolero causado por la propagación del coronavirus.
Esta epidemia, que ha provocado ya un abaratamiento del "oro negro" en más del 20 % desde principios de enero, marca totalmente la octava reunión de la llamada OPEP+ (la OPEP y sus diez países productores aliados).
Los ministros de los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudí, decidieron ayer, en una conferencia extraordinaria, impulsar un recorte del bombeo conjunto de 1,5 mbd.
Pero pospusieron la decisión definitiva hasta la cita de hoy, pues la condicionan al "sí" de los nueve aliados, entre ellos Rusia, Kazajistán y México, lo que parecía augurar arduas negociaciones ante la persistente resistencia de Moscú a cerrar las espitas ahora.
De aprobarse, la reducción profundizaría otras anteriores que siguen vigentes y suman 2,1 mbd desde octubre de 2018, con lo cual el volumen total equivaldría al 3,6 % de la oferta petrolera mundial, la mayor reducción adoptada desde la crisis financiera de 2008.
Los precios del crudo, si bien reaccionaron con alzas nada más conocerse esta noticia, retomaron poco después la senda bajista, debido, según los analistas, a la preocupación de que Rusia pueda rechazar el recorte, que por otro lado algunos temen sea insuficiente para compensar el impacto negativo del virus de Wuhan (Covid-19) en la demanda.
La cotización del barril del crudo Brent -de referencia en Europa- terminó el jueves en Londres a 49,99 dólares, un 2,23 % menos que al finalizar la sesión anterior, mientras que el del petróleo intermedio de Texas (WTI) - referente en América- retrocedió un 1,9 % en Nueva York.
En vista de esta reacción del mercado, los ministros de la OPEP volvieron a reunirse de forma oficiosa en un hotel vienés a última hora del jueves, según informó la organización en un comunicado.
Allí "decidieron recomendar que la duración del ajuste adicional propuesto de 1,5 mbd sea hasta final de 2020, en lugar de hasta el 30 de junio", como habían anunciado inicialmente, y reafirmaron su determinación "a hacer frente al apremiante desafío actual", añade la nota.
No obstante, varios delegados dejaron claro que la OPEP no está dispuesta a cargar sola con el corte que considera necesario y ha dejado entrever que si sus aliados no se adhieren a los esfuerzos, todos podrían volver a abrir los grifos, lo que desembocaría en un fuerte desplome del precio.
La organización ha rebajado en más de un 50 %, hasta 0,48 mbd, su previsión sobre el crecimiento del consumo petrolero del planeta en 2020, desde los 1,1 mbd pronosticados en diciembre pasado.
"Además, la situación sin precedentes y la dinámica siempre cambiante del mercado hacen que los riesgos sean a la baja", advirtió en la declaración final de la conferencia del jueves.