El Gobierno ha dado el primer paso para endurecer el registro de la jornada, una herramienta clave para comprobar abusos como las horas extra no pagadas, y que en Trabajo insisten en que debe reforzarse
Historia del registro de jornada: un control que no termina de despegar
El tiempo de trabajo es uno de los principales focos de abusos laborales. En 2024, la Inspección de Trabajo impuso un nuevo récord de multas por infracciones en el registro de jornada, el tiempo de trabajo y las horas extraordinarias, que alcanzó los 20,2 millones de euros, responden fuentes del Ministerio que dirige Yolanda Díaz.
En los últimos años, Trabajo ha intensificado mucho la vigilancia del cumplimiento del tiempo de trabajo, entre otras materias. “Casi la mayor parte de la actuación de la Inspección de Trabajo se centra en irregularidades sobre la jornada laboral”, apuntó la vicepresidenta Yolanda Díaz en una entrevista esta semana.
En concreto, en 2024 se realizaron 9.097 actuaciones sobre el registro de jornada, que se desplegó en mayo de 2019. Ese año, las actuaciones fueron algo más de 2.600. Fruto de estas pesquisas, se detectaron 1.869 infracciones el año pasado, que derivaron en “2,99 millones de euros” en sanciones, responden en Trabajo a preguntas de elDiario.es.
Además, en materia de “tiempo de trabajo y horas extraordinarias”, la Inspección de Trabajo realizó 38.686 actuaciones, que destaparon 13.681 infracciones, sancionadas con “17,2 millones de euros”.
Se quiere intensificar el control horario y las sancionesLa ley para reducir la jornada máxima de trabajo a las 37 horas y media, aprobada el pasado martes por el Consejo de Ministros, incluye precisamente una segunda derivada centrada en evitar las irregularidades y los incumplimientos de los horarios: el refuerzo del registro de la jornada y el endurecimiento de las sanciones por incumplirlo.
Tanto Trabajo como los sindicatos CCOO y UGT han defendido que la reforma del control horario es fundamental para evitar que la reducción de la jornada laboral quede en papel mojado. Y es así porque en muchas empresas no se cumple, denuncian, o se aplica de manera fraudulenta.
“Hay muchas empresas que todavía no tienen registro de jornada. Hay casos en que no están los registros el día de la visita al centro de trabajo, pero luego los fabrican para la Inspección. O muchos registros en los que no se pone la hora real, sino la del contrato, de 9 a 14:00 todos los días, por ejemplo. He hecho visitas a mitad de mes y ya tenían el registro rellenado del mes completo”, explicaba en este reportaje Mª José Díaz, portavoz de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT).
La propuesta del Gobierno de coalición pactada con los sindicatos, que ahora debe encontrar los apoyos parlamentarios, recoge que la Inspección de Trabajo tenga acceso en tiempo real y en remoto a los registros de jornada de las empresas. Una medida que rechazan las patronales de empresarios, como argumentaron en un amplio documento de alegaciones al anteproyecto de ley, en el que proponen una nueva causa de despido disciplinario para los trabajadores que no rellenen el registro horario como piden las empresas.
También foco en las horas extra no pagadas“Los trabajos del siglo XXI necesitan registros horarios del siglo XXI. Queremos reducir la jornada y acabar con el abuso de las horas extras sin pagar”, destacó este jueves Yolanda Díaz. Las horas extraordinarias no pagadas ni compensadas en descanso es el segundo objetivo que más señalan Trabajo y los sindicatos de cara a este refuerzo del control horario.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2024, se realizaron un total de 2,8 millones de horas extra a la semana no pagadas, un aumento del 12,6% respecto al año anterior. En los últimos años, están aumentando las horas extra pagadas mientras que las no pagadas se mantienen algo estancadas desde 2017, en un contexto en el que en cualquier caso hay más personas trabajando.