El regulador de competencia chino va a analizar los términos de la operación, que preveía su cierre esta misma semana, coincidiendo con el nuevo anuncio de aranceles por parte de Washington
Blackrock se hace con los puertos del canal de Panamá y se fortifica como operador clave del transporte global
Parecía una operación fácil de cerrar, que iba a permitir a uno de los gigantes de la inversión en infraestructuras controlar algunos de los puertos clave para las operaciones marítimas internacionales.
“Mi administración va a recuperar el Canal de Panamá y ya hemos empezado a hacerlo”, aseguró el republicano durante su último discurso ante el Congreso de los Estados Unidos. Ahora, en los primeros compases de abril, esas aspiraciones parece que se quedan en el aire porque China no va a poner las cosas fáciles, más aún en una semana en la que la Casa Blanca va a confirmar su estrategia de choque arancelario, donde el gigante asiático está en el punto de mira y es clave en esta operación en infraestructuras, porque tiene que dar su autorización.
En cuanto a la operación en sí, Blackrock está al frente de un consorcio, donde también está presente el operador de buques y cruceros MSC, que pactó la compra de una participación mayoritaria (el 80%) que ha tenido CK Hutchison en empresas que poseen y operan más de 40 puertos en 23 países. Entre ellos, los que están en los extremos del Canal de Panamá. El otro 20% se queda en manos del fondo soberano de Singapur, Temasek. Además, Blackrock canaliza está operación, ahora en duda, a través de su participada Global Infrastructure Partners (GIP), con la que controla, por ejemplo, más del 20% de la española Naturgy.
La transacción estaba a expensas de contar con el visto bueno de diferentes autoridades de competencia. Entre ellas, la de China, cuyo regulador supervisa la región semiautónoma de Hong Kong, donde tiene su sede Hutchison. Este organismo asegura que va a revisar la transacción “para proteger la competencia leal y salvaguardar el interés público”, según la información publicada por The Wall Street Journal.
De momento no se habla de suspender la transacción, valorada en 22.800 millones de dólares, más de 21.000 millones de euros al cambio actual, sino de posponer la decisión por parte de las autoridades chinas. Se daba por hecho que la operación podría cerrarse esta misma semana. De nuevo, la fecha clave es este 2 de abril, porque es la jornada que Trump ha bautizado como el “día de la liberación”. Un miércoles en el que prevé confirmar la batería de aranceles con la que lleva amenazando desde hace semanas.
Una pelea políticaLa venta de los puertos de Hutchison ha entrado en una confrontación más política que meramente económica. Este pasado fin de semana, una cuenta de la cadena de televisión estatal china aseguró en la red social Weibo que la operación podría dañar los intereses nacionales del país asiático y sería algo similar a “entregarle un cuchillo a un oponente”, según recoge la agencia Reuters. Un mensaje que, horas después, desapareció de esa red social.
Al otro lado está Trump, que lleva meses reclamando la gestión de la infraestructura panameña. “China está operando el canal de Panamá y no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá. Y lo vamos a recuperar”, aseguró en enero justo después de su toma de posesión. De hecho, antes de cerrar el acuerdo, el líder de Blackrock, Larry Fink, telefoneó personalmente a Trump para anunciarle la operación, que el líder republicano elogió como “la recuperación” de una pasarela transoceánica por la que circula el 5% del tráfico marítimo internacional.
Semanas después, Washington asume que Pekín no lo va a poner tan fácil. “Estamos al tanto de los comentarios de China. No es de extrañar que el CCP [el Partido Comunista chino en sus siglas en inglés] esté molesto con esta operación, que va a reducir su control sobre el Canal de Panamá, ha justificado a los medios el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Tammy Bruce.
A mediados de febrero, el secretario de Estado, Marco Rubio, ya se reunió con el presidente panameño, José Raúl Mulino, para transmitirle que la actual “posición de influencia y control del Partido Comunista Chino sobre el área del Canal de Panamá es una amenaza para el canal y representa una violación” del Tratado de Neutralidad que rige esta infraestructura. Una situación que para la Administración estadounidense es “inaceptable” y que “en ausencia de cambios inmediatos, requeriría que los Estados Unidos tomen las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el Tratado”. Eso fue antes de que Blackrock pactase la compra de los puertos que ahora está en el aire.
La que también está sufriendo, en este caso en el mercado bursátil, es CK Hutchison. Solo el lunes, tras saberse que la operación queda en duda, su valor en bolsa se ha recortado un 3,5%. Desde el 6 de marzo, cuando se anunció la venta a Blackrock, la caída supera el 15%, en una compañía que vale el equivalente a 20.000 millones de euros.